Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Chibig, título disponible en Nintendo Switch, y en Steam a partir del 21 de agosto, y próximamente para PlayStation 5, y Xbox Series X|S.
Ya tengo en mis manos lo nuevo de Chibig, el periplo de la aprendiz de bruja que se convierte en repartidora a tiempo completo para ayudar a los habitantes de una pequeña, y acogedora isla, aquí os traigo el análisis de Mika and the Witch’s Mountain, donde podré explicaros sus entresijos de la versión de Nintendo Switch.
Tras una exitosa campaña de Kickstarter donde encandiló a un gran número de personas, tendremos la posibilidad de jugar esta propuesta a partir del 21 de agosto en su versión de acceso anticipado en Steam, y en Nintendo Switch, donde también se irán incluyendo los contenidos venideros.
Acompáñame en esta entrañable historia llena de empatía, amistad, y esfuerzo, donde surcaremos los cielos con nuestra escoba, y donde descubriremos los secretos del Monte Gaun, para intentar alcanzar la cima de la misma, y empezar el camino de la brujería.
La historia de Mika y el pueblo
En este título nos ponemos en la piel de Mika, la aprendiz de bruja de cabellos rojizos que busca ser toda una hechicera, pero para ello debe aprender de la mejor, la bruja del Monte Gaun, quien fue la maestra de su madre.
Al llegar a la cima con todos sus bártulos, la primera enseñanza que recibe de su “maestra”, tras revisar todos sus utensilios, no es otra que ser lanzada hacia el vacío para comprobar su habilidad de vuelo, y le encomienda la misión de volver a subir arriba. Claramente esto se traduce en que se rompe la escoba de nuestra protagonista al caer, así que debemos buscar ayuda para repararla, y así poder volver a la cima.
Aquí comienza el viaje de Mika a través de este mini mundo abierto que plantea el juego, donde debemos entregar paquetes a todos los lugareños y lugareñas que lo soliciten, para así poder ganar el dinero suficiente para reparar la escoba. Este planteamiento sienta las bases jugables, donde iremos adquiriendo mejores escobas con nuevas habilidades para transitar por el mapa que rodea a la montaña.
Me habría gustado ver más desarrollo dentro de la historia principal, puesto que hay algunos puntos que no extiende del todo, y acota demasiado algunas partes que suponen un problema para la protagonista, aún así, las subtramas de los personajes que conoceremos siempre ganan peso en las historias planteadas por el estudio de desarrollo, donde se remarcan valores como la amistad, la superación personal, o el cuidado del medio ambiente, entre otras.
Esto hace que siempre capten mi atención, y remarcan la importancia de hacer estos títulos para todos los públicos, donde, a cualquier edad se aprendan valores importantes, o se recuerde el significado de los mismos para intentar construir un mundo mejor, y Mika and the Witch’s Mountain sabe aportar esto a la perfección.
Volando voy, volando vengo
Nuestra escoba no puede alzar el vuelo por su cuenta, pero si planear, aprovechar corrientes de aire, o adquirir habilidades como un pequeño impulso, además de caer en picado. Con ello se plantea la estrategia de cada entrega, ya que, cada paquete cuenta con unas condiciones especiales, que pueden ser el aguante de un número determinado de golpes, que no puede mojarse, o que se debe entregar en un tiempo determinado, pero cada paquete cuenta con una de ellas, con varias, o con ninguna.
Esto hace que midamos bien cada reparto, donde poco a poco seremos más conscientes del entorno y sus virtudes para optimizar las entregas, e intentar conseguir el ansiado sello verde que se consigue con una entrega correcta. Este aspecto se podría haber explotado más, ya que, he llegado con paquetes con varios golpes, y aun así he recibido el sello verde, donde carece de sentido el esfuerzo de intentar hacer una entrega impoluta.
También podemos hacer las entregas a pie para movernos por el mundo, pero suele usarse más para momentos de mayor precisión, o para conseguir ciertos coleccionables, pero Mika puede subir y bajarse de la escoba en cualquier momento de forma fluida. El vuelo en este juego es realmente satisfactorio y disfrutable, y gana ese componente de relax que tanta falta hace hoy en día, pero su animación, y su jugabilidad es muy orgánica, fluida, y divertida, que, al final, es el objetivo que siempre ha perseguido.
Si el paquete se rompe, o se deteriora, podemos volver a reiniciar el envío, y el paquete volverá a su lugar de origen, y según vamos adquiriendo nuevas escobas, aumentará la capacidad de almacenamiento de la misma, para poder portar dos o más paquetes. Podemos soltar y sostener los paquetes a placer, ya que, en algunos momentos debemos elegir bien qué llevar encima, y hasta dónde.
La isla no es muy grande, ni extensa, pero sabe aportar cierta variedad en su diseño a la hora de realizar las entregas, donde podemos activar algunas ruinas antiguas para mejorar el desplazamiento, todo ello aderezado con un mundo colorido, y bello en donde la exploración juega un papel muy importante, si queremos conseguir jugosas recompensas, y descubrir aquello que está oculto.
Secretos y coleccionables
A lo largo y ancho del Monte Gaun podemos encontrar alguna que otra curiosidad, entre ellas, unas diminutas figuras que nos permiten “comprar” nuevos atuendos para Mika, así como llaveros para nuestra escoba, y cartas del Tarot que tienen un gran diseño de arte. En cuanto a las estelas que deja la misma, debemos encontrarlas desperdigadas por el mapa, así que hay que prestar atención a todo lo que nos rodea.
Al estudio siempre le gusta dejar algún que otro easter egg de sus demás juegos, por lo que la exploración es casi obligada en este juego, donde ya me he encontrado con viejas conocidas, y algún que otro personaje de otros juegos de la desarrolladora. Aunque la versión que llega a nuestras manos no es la completa, porque en PC sale en su versión de acceso anticipado, no es diferente en Nintendo Switch.
En su página de Steam podemos ver diferentes contenidos que llegarán en un futuro, como nuevas misiones secundarias, acrobacias para la escoba, minijuegos de pesca, mazmorras, y nuevos cosméticos y coleccionables, pero no tenemos fecha para estos contenidos. Mika cuenta con una cartilla de objetos perdidos, los cuales veremos tirados por el terreno, y debemos inferir a qué persona del pueblo pertenece, eso sí, se pondrán la mar de contentos al recibir sus más preciados tesoros.
Apartado gráfico y sonoro
A nivel visual es toda una delicia para los ojos, demuestra un gran rendimiento en Nintendo Switch, buena fluidez, efectos de iluminación excelentes con sus ciclos de día y noche, además de efectos de agua, y de viento que son todo un acierto dentro del mundo que plantea.
Su apartado gráfico salta a la vista que está muy pulido, al igual que en las animaciones, sobre todo en todas aquellas referidas a Mika y su escoba, donde volar es una gozada, y siempre nos va apetecer alcanzar las alturas para ver todo lo posible delante de nuestros ojos, todo ello acompañado de un mundo vivo y colorido.
A nivel sonoro dispone de un buen abanico de sonidos ambientales, pero no de voces para los personajes, aunque emiten ruidos para comunicarse, solamente podemos leer cada conversación en formato texto como si fuese una novela visual. El elenco de canciones dentro de la BSO es muy agradable a los oídos, aunque a veces se producen interrupciones de los temas, o cambios abruptos en los mismos que rompen un poco la armonía.
En cuanto a las opciones de accesibilidad hay mucho que mejorar, no se puede cambiar el tamaño de los textos, no hay posibilidad de modificar las opciones para personas con daltonismo, no hay notificaciones visuales o auditivas, ni tampoco opciones de alto contraste, aunque cuenta con dos niveles de dificultad. El título se encuentra en varios idiomas, entre ellos el castellano.
Conclusiones
Mika and the Witch’s Mountain es un gran juego para relajarse, buscar la paz, y repartir paquetes con una bruja de gran carácter y buen corazón, por lo que es una gran propuesta si queremos pasar unas horas de tranquilidad, aunque su duración es bastante corta y se nota que aún faltan varios contenidos importantes.
A nivel visual cumple con lo prometido con un mundo lleno de colores, animaciones fluidas, y un sistema de vuelo muy disfrutable y satisfactorio. El abanico de personajes que conoceremos son realmente entrañables y cada uno, y cada una tiene su propia historia con un trasfondo importante que merece mucho la pena conocer.
En general controlar a Mika es muy divertido, pero echo en falta más patio de recreo, donde poder realizar más piruetas y poner en práctica las habilidades de nuestra bruja repartidora, puesto que deja con ganas de más, y donde apetece seguir repartiendo paquetes a los lugareños, y lugareñas, pero si te gusta el trabajo realizado por el estudio hasta hoy, además de tener un videojuego donde relajarse es una de sus partes centrales, Mika and the Witch’s Mountain es una gran opción para ti.