¿Se le puede cambiar el género principal a una saga con multitud de entregas a sus espaldas y salir victorioso de esa hazaña?

Viendo el nuevo rumbo que ha tomado Like a Dragon podemos afirmar que sí. El estudio detrás de Yakuza, especializado sobre todo en juegos de acción basados con grandes dosis de historia, decidieron dar un cambio de rumbo a su franquicia estrella convirtiéndola en un juego de rol por turnos.

Así que la séptima entrega supuso un antes y un después para la serie y Yakuza: Like a Dragon se convirtió por derecho propio en un imprescindible dentro de tan longeva saga de videojuegos, dando punto final a los anteriores capítulos, presentando un nuevo protagonista y llevando la historia del barrio de Kamurocho hasta nuestros días.

Una vez conseguido este primer paso, el estudio Ryu Ga Gotoku Studio desplazó a Ichiban hasta Yokohama, donde se desarrolló toda la séptima entrega. Y algo parecido han vuelto a hacer con Like a Dragon: Infinite Wealth. Podríamos decir que no dejan de sacarnos de nuestra zona de confort.

¿Ichiban es un Sims?

¿Cómo podría definir Like a Dragon: Infinite Wealth? Quizás, la mejor definición sea la de un simulador de vida, pero no al estilo de Los Sims, sino una simulación de la vida de Ichiban Kasuga, personaje que pudimos conocer en Yakuza: Like a Dragon.

Viviremos las desdichas del ex-yakuza más noble que haya existido nunca. Nos enamoraremos con él, sufriremos sus desengaños, nos emocionaremos y nos deprimiremos con el pobre Ichiban mientras disfrutamos de uno de los títulos más sólidos de toda la saga.

¿De dónde venimos?

Ichiban Kasuga, un miembro de bajo rango de la familia Arakawa del clan Tojo, admira de forma inquebrantable a su patriarca y figura paterna, Masumi Arakawa. Cuando se produce un asesinato en la familia, Ichiban carga con la culpa para proteger al clan Tojo y acepta pasar 18 años en la cárcel. Al salir, el bueno de Ichiban descubre que el clan por el que lo sacrificó todo se ha disuelto y que Arakawa, su amado jefe, se ha convertido en un miembro importante de la Alianza Omi, una organización rival.

Ante nueva realidad, Ichiban, que se siente traicionado y confuso, pero acaba descubriendo la verdad que se esconde tras las acciones de Arakawa con la ayuda de unos aliados muy particulares, como Nanba el vagabundo, la hermosa camarera Saeko y el experimentado ex-policía Adacchi.

¿Hacia dónde vamos?

Este nuevo Like a Dragon comienza unos años después de todo aquello, con un Ichiban adulto que quiere poner orden a su vida. Tiene un trabajo estable y casi consigue formar una familia, pero toda esa normalidad se ve truncada por una serie de videos que explican su historia de una manera muy diferente y le hacen parecer un delincuente.

Así que Ichiban se verá exiliado fuera de su tierra. No explico más para nos desvelar sorpresas. Hawái será su nuevo destino y allí Ichi hará pareja con Kazuma Kiryu, un legendario ex-yakuza del clan Tojo al que contrató la facción Daidoji, una organización secreta que recluta a antiguos yakuza.

Esto significa que los caminos de Kiryu y el de Ichiban se entrecruzan en Hawái, donde se desarrolla esta nueva aventura. Un nuevo comienzo que sirve para que los nuevos jugadores disfruten desde el principio de Like a Dragon: Infinite Wealth y que hará que los más veteranos nos sintamos como en casa.

Como ya hemos apuntado, en Like a Dragon: Infinite Wealth nos encontramos con la secuela directa de Yakuza: Like a Dragon. Esto significa que si jugaste a la anterior entrega disfrutarás con los numerosos guiños al pasado de Ichi y con los muchos reencuentros con los entrañables personajes que encontraríamos en cualquier canción de Joaquín Sabina.

Pero, como ya se ha dicho, el tratarse de una continuación tan directa no impide que los nuevos jugadores que se encuentren por primera vez con Ichiban puedan disfrutar de Like a Dragon: Infinite Wealth. Todo está preparado para que los nuevos usuarios de la saga Yakuza disfruten de esta aventura sin haber jugado al anterior juego.

¿Una nueva vida?

Like a Dragon:  Infinite Wealth es un juego gigantesco, con muchas cosas para hacer. Tendremos una historia principal muy sólida y consistente que se irá desarrollando a su propio ritmo. Nunca tiene prisa para explicar los hechos, siempre se toma su tiempo, lo que ayuda enormemente a situarnos dentro de la vida de los protagonistas y sus amigos y a empatizar con ellos.

A todo esto, hay que añadir un gran número de historias secundarias que irán apareciendo a lo largo de la aventura. Así que tendremos muchas tareas a realizar mientras completamos la búsqueda de cierto personaje (historia principal) que no desvelaré para no romper la sorpresa.

Todas estas actividades secundarias y el ritmo “lento” de las primeras horas de juego nos ayudarán a ir conociendo a los nuevos personajes que se van introduciendo en la historia.

¿Los combates por turnos no estaban pasados de moda?

Una de las cosas que más me sorprendió de la anterior entrega fue ese giro de Yakuza a un juego de rol por turnos. Mientras en redes sociales se discutía sobre si los turnos estaban pasados de moda llegó todo un peso pesado de la acción y se adaptó a los combates por turnos.

Esto significó todo cambio de raíz en la jugabilidad de la serie y, visto el resultado final, fue todo un acierto que acercó esta saga a un público aún mucho mayor. Y lo hizo actualizando los combates con entornos reales cotidianos, mostrando “magias” modernas y readaptando las habilidades a “situaciones reales”.

Todo eso se mantiene en esta nueva entrega, afinando un poco el conjunto en general y aportando alguna sutil novedad. Ahora podremos desplazar a nuestro personaje dentro de un área de ataque, acercándolo al enemigo para asestarle un golpe que le produzca un mayor daño.

Evidentemente, tendremos la posibilidad de atacarle desde diferentes ángulos con las bonificaciones que ello implica. Y también podremos utilizar el mobiliario que se encuentre a nuestro alrededor para asestarles una buena lluvia de golpes, recordando lo visto en títulos como Sleeping Dogs.

Contaremos con la posibilidad de defendernos de los ataques enemigos al pulsar un botón en el momento adecuado, lo que hará disminuir en gran manera el daño recibido. Todo esto son pequeñas mejoras que enriquecen el combate y lo hacen un poco más atractivo.

También podremos cambiar a nuestros héroes de clase y experimentar con sus nuevas habilidades. Y todo esto para derrotar a nuestros rivales. Los enemigos a los que haremos frente no serán orcos, cubos gelatinosos y dragones como sí ocurre en los juegos de este tipo, sino que nos enfrentaremos a camorristas, taxistas o borrachos.

Podremos mejorar nuestro equipo con los materiales que iremos recolectando a lo largo de toda la partida, cosa muy recomendable porque el nivel de los enemigos irá avanzando lenta pero inexorablemente.

Honolulu y su grandeza

No nos engañemos, estamos ante un mapa verdaderamente extenso, el más amplio de toda la saga, donde podremos desplazarnos en taxi, trolebús o en una especie de patinete eléctrico, aunque siempre tendremos la posibilidad de ir a pie y disfrutar del ambiente caribeo de la isla.

En cada una de las zonas que vayamos descubriendo podremos encontrar locales y secretos que nos ayudarán a sentirnos parte de la ciudad, a amarla, a hacerla nuestra. En más de una ocasión pareceremos turistas de vacaciones locos por descubrir el último local de moda.

En esas calles será donde conoceremos a personajes con historias absurdas, curiosas, sorpresivas o simplemente locas. Podremos ayudarles y conseguir un dinero muy necesario para adquirir nuevo equipo y “pociones” que nos ayuden en tan titánica aventura.

Evidentemente no faltarán los coleccionables, las alocadas noches de karaoke, el conocer gente nueva, las curiosas partidas de shogi, sin olvidar los salones recreativos donde rememorar las viejas joyas de un pasado arcade glorioso que muchos pudimos vivir en primera persona.

Los lazos personales que desarrollemos serán importantes y formarán parte de la historia de los personajes. A través de ellos podremos, por ejemplo, acceder a nuevas habilidades de combate, así que vale la pena dedicar tiempo a profundizar en la amistad de Ichi y sus amigos.

Ojo, porque a todo esto hay que añadir minijuegos como el Dondoko donde podremos construir nuestro complejo turístico o, incluso, convertirnos en un entrenador Sujimon para competir en la liga Suji.

Técnicamente continuista

Visualmente es muy continuista, y esto es bueno. ¿Por qué? Porque, aunque a nivel técnico el juego no supone ninguna revolución, sí que representa una evolución sólida. Ahora más personas deambularán por las calles, lo cual las dota de mucha vida. Nos encontraremos con diversos escenarios fotorrealistas donde el Dragon Engine sacará todo su poderío combinado con gráficos “muy de videojuego” que encajan bien, pero que no se muestran tan detallados.

El juego se mueve a unos sólidos 60fps (en nueva generación) y todo está lleno de detalles visuales y sonoros que nos atraparán por completo. Contaremos con la misma interface que en el anterior juego, los mismos menús y, en general, las mismas opciones.

Y hablando sobre su apartado sonoro, a parte de centenares detalles de ambiente, me ha sorprendido muy positivamente la banda sonora, que ya desde el inicio de la partida apunta hacia la cultura norteamericana sin dejar de lado el origen oriental. A nivel de doblaje recomiendo jugar con voces en japonés y textos en español. El trabajo es simplemente excepcional. Y, como si de Cyberpunk 2077 se tratase, los títulos de los diferentes capítulos hacen alusión a canciones famosas. Un detalle que me ha encantado.

Conclusiones

Si vienes de la anterior entrega, te sentirás como pez en el agua (o dragón en Yokohama). Si, por el contrario, eres nuevo en la saga, también disfrutarás de la propuesta de Like a Dragon: Infinite Wealth. Ichiban y Kiryu son dos personajes que, cada uno a su manera, con su propia personalidad, se hacen entrañables y perduran en nuestra mente. Continuamente querremos saber más de ellos y de qué les deparará el futuro.

Like a Dragon: Infinite Wealth es un título que cuenta con tres bases muy sólidas: la historia, el combate por turnos y el desarrollo de los personajes. El apartado artístico acompaña como anillo al dedo a un desarrollo que tiene su propio ritmo, en el que se van entrelazando esas tres premisas para explicarnos la vida de unos personajes con los que reiremos y lloraremos, amaremos y odiaremos, nos entristeceremos y nos emocionaremos.

Nos encontramos ante un título extenso, bien diseñado, con un acabado técnico destacable donde todo ha sido diseñado con mucho esmero y se percibe en cada detalle el amor que los desarrolladores han puesto en este juego. No te pierdas Like a Dragon: Infinite Wealth ni su particular sentido del humor.

Reseña
Nota final:
9.5
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analisis-like-a-dragon-infinite-wealthEstamos ante la nueva entrega de Like a Dragon. Se trata de un título muy sólido, lleno de grandes dosis de un humor muy particular, donde una buena historia, los combates por turnos y el desarrollo de los personajes avanzan juntos de la mano para llevarnos a una de las aventuras más especiales que hemos jugado últimamente. Un videojuego del todo imprescindible.