Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Tequila Works. Juego disponible en PC, PLAYSTATION 4, PLAYSTATION 5 (versión analizada), XBOX ONE y XBOX SERIES S/X.

Introducción

Como tal vez sepáis, Gylt fue lanzado en 2019 como uno de los pocos juegos disponibles en exclusiva para Google Stadia.

Los españoles de Tequila Works fueron los encargados de confeccionar esta aventura de miedo, con un fuerte componente de denuncia social relacionado con el bullying y la salud mental.

Debo decir que a mí este tipo de experiencias, con un enfoque de misterio o directamente terror, la verdad me gustan mucho. Siempre he preferido un juego corto e intenso que largo e insustancial.

Ahora bien, ¿transmite Gylt esa intensidad? Acompañadme en este análisis para descubrirlo.

Gylt 1

Un pueblecito perdido

Gylt se desarrolla en Beethelwood, un pueblo de Maine (EEUU) cuya población vive en buena medida de trabajar en la mina.

Beethelwood es, en teoría, un lugar acogedor, intimista, de esos donde saludas a cada vecino. Lo malo es que todos te reconocen para bien o para mal.

Apenas introducidos en la acción nos ponemos en la piel de Sally, quien busca afanosamente a su prima desaparecida Emily.

Gylt 2

Por lo visto, las autoridades y los medios han dejado el tema de la búsqueda medio aparcado tras un mes infructuoso, así que la chavala se encuentra un poco sola, pegando los típicos carteles de desaparecida con la esperanza de encontrar a su prima pequeña.

Malditos diablillos

No sé si recientemente habréis visto un vídeo viral de un titiritero denunciando que, en medio de su actuación, una turba de niños se habían empeñado en reventarla, insultando, gritando y manoseando los muñecos mientras los padres contemplaban la escena impávidos.

Gylt 3

Ahora imaginad que esos mismos niños, sin siquiera la presencia de sus progenitores, pusieran el punto de mira sobre aquel que consideran débil, dando rienda suelta a esos sentimientos de sadismo y maldad que a cortas edades ni siquiera se disciernen como tales.

El resultado se llama bullying, y es un problema grave que aumenta a la vez que disminuye la catadura moral de una sociedad. En Tequila Works lo saben y han querido hacer su particular denuncia en forma de videojuego.

Empieza la pesadilla

Volviendo al periplo de Sally y enlazando con lo recién dicho, la chiquilla no tarda en ser encontrada por quienes parecen sus acosadores, que incluso la hacen precipitarse en bici por una pendiente.

Dando de bruces contra el suelo, con la bicicleta rota, Sally apenas tiene tiempo de escabullirse lo mejor que puede, mientras las amenazas de sus perseguidores inmisericordes resuenan a su alrededor...

Gylt 4

Cuando quiere darse cuenta, Sally se encuentra en medio de una pesadilla.

Consigue volver al pueblo en teleférico, pero está desierto. Las calles medio destruidas, como sacudidas por un terremoto. Las tiendas vacías. La mayoría de las luces apagadas... ¿Qué ha pasado aquí?

En busca de Emily

Como tal vez habréis adivinado, efectivamente por fin Emily, la prima largamente buscada, aparece fugazmente en el colegio Bachman.

Como juego relacionado con el bullying, no es de extrañar que Gylt gire en torno a este edificio, aunque visitaremos otras ubicaciones además de la propia escuela.

Gylt 5

El planteamiento guarda algunas similitudes con Resident Evil, en el sentido de que nos movemos por estancias con la ayuda del típico plano, resolviendo puzles, reuniendo objetos y encontrando caminos alternativos para llegar a esos rincones en principio inaccesibles.

Los antagonistas son unos monstruos grotescos, bastante bobalicones todo sea dicho, a los que podemos sortear o hacer frente. Se incluye aquí la presencia de algunos bosses que requieren de una mezcla de astucia y maña para darles matarile.

Como arma tenemos una linterna que puede destruir a las criaturas y, evidentemente, iluminar el recorrido, invariablemente sembrado de zonas lúgubres y claroscuros. Más tarde conseguiremos una especie de extintor para despejar caminos antes vetados y de paso congelar a los enemigos.

Un trance de andar por casa

Gylt es un juego agradable que discurre solo, y eso es una gran virtud. Agarras el pad de la consola, te repanchingas en el sofá, sillón o lo que sea, e incuestionablemente te distraes acompañando a Sally en sus correrías, hasta el punto de que las horas vuelan.

Los puzles suelen ser fáciles, aunque pueden llegar a complicarse. En general el juego te lleva de la mano por el único recorrido transitable, o en cualquier caso por uno muy acotado, hasta el objeto que necesitas para resolver el siguiente enigma.

Por desgracia ese rato ameno a los mandos, por así decirlo, no parece encajar muy bien con el planteamiento del propio juego. Quiero decir que si Gylt fuera una entrañable aventura de puzles, sus mecánicas resultarían más apropiadas.

Gylt 6

Por el contrario, pretendiendo ser un título de terror con momentos intensos y angustiosos, te descubres a ti mismo paseando tranquilamente por el mapeado. Si acaso hay que agacharse por aquí, lanzar una lata para distraer a los enemigos por allá... Las pocas veces que te pillan pierdes poca vida, y encima siempre hay recursos facilones para quitárselos de en medio, como activar un flash que los ciega momentáneamente y encima se recarga solo.

El caso es que Gylt no da miedo, algo enfatizado por un exceso de baterías para la linterna (que vendría a ser la munición), amén de inhaladores con los que recuperar salud. Por si fuera poco el extintor no se agota.

El juego está planteado más bien para evitar a los enemigos, pero ¿y si te los cargas a todos? Coser y cantar, y luego a deambular libremente. Cierto es que, a medida que avanzamos, encontraremos a seres más duros de pelar que sólo resultan deslumbrados y no destruidos por la linterna. Sin embargo conservan unas pautas de movimiento muy encorsetadas, siendo fáciles de sortear.

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Con respecto al guion, el misterio de su planteamiento y la denuncia social, Gylt tampoco sorprende, conduciéndonos por unos entornos oníricos e inquietantes que sin embargo nunca terminan de aprovecharse.

Resumiendo, es importante enfatizar lo entretenida que es la obra de Tequila Works, simplemente no eligieron el mejor género ni el trasfondo más apropiado para ello.

Apartado técnico

Gylt es un título agradable a la vista, con un estilo cartoon, personajes bastante característicos, buenas animaciones, escenarios sólidos y una genial ambientación. Las escenas cinemáticas son secuencias que intercalan dibujos a mano, muy acertadas.

Mención particular para el excelente uso de luces y sombras, una dualidad omnipresente que sin embargo se queda en lo puramente visual, no sirviendo realmente a la jugabilidad salvo en contadas ocasiones.

Gylt 8

Sobre el sonido, francamente sobresaliente, sobre todo por una música por momentos embriagadora, pero también por unos efectos a la altura. Gylt por cierto viene totalmente doblado al castellano, con unas voces perfectas.

Conclusión

Para entendernos, ¿qué le ocurriría a Moss si le quitaras la realidad virtual? Pues que se quedaría en un juego bonito, sin más. Sin embargo con el visor puesto alucinas en colores.

Gylt es parecido. En VR sería un juego aclamado, porque comparte con la obra de Polyarc el mismo cuidado, mimo e imaginación, aunque su planteamiento sea completamente distinto.

Pero en una tele falta ese punto de intensidad, de sorpresa, de estar dentro del juego y, sobre todo, de sentir el miedo que debería invadirnos en un título de estas características.

Gylt 9

Sin desmerecer el buen trabajo de Tequila Works, era obvio que juegos como Gylt no podían ser los buques insignia de Google Stadia.

Por suerte ahora tenemos la oportunidad de disfrutar de esta aventura en otras plataformas, y digo disfrutar porque sin duda lo haréis a poco que os interese su planteamiento. Por el contrario, no recomendaría Gylt a quienes busquen algo de tensión frente a la pantalla.