Desde Barcelona nos llega un plataformas muy curioso y con marca España. Su nombre es Etherborn y sus responsables son el equipo de Altered Matter, de tan solo cinco miembros. Pero son cinco genios que han conseguido hacer una experiencia completa que nos hará volar la cabeza y obligarnos a olvidar todo cuanto sabemos de la gravedad y su lógica. Ese sería un buen resumen de Etherborn.

El proyecto que nos presentan podría pasar por un juego más si solo escuchamos su descripción. Pero en cuanto nos ponemos a los mandos nos damos cuenta de que es algo que no hemos visto antes. Prepárate para ver el mundo de una manera totalmente nueva.

Etherborn y las cuestiones de la existencia

Etherborn tiene de protagonista a un curioso personaje translúcido, que deja a la vista sus órganos internos. Y hay una razón detrás de eso: estaremos encarnando a un ser que no está completo, un ser que es solo un cuerpo en busca de una voz. Y la voz también estará presente en el juego.

De esta manera, nos encontramos en un extraño mundo que no funciona como el que conocemos. Es un mundo donde la gravedad tiene su propia forma de actuar, y que nos permite recorrer los escenarios en sus diferentes caras. Es decir, podemos escalar por las paredes, andar por el techo, doblar esquinas.

Todo esto con el objetivo de que ese pequeño cuerpecito encuentre su voz. Una voz que nos va hablando a medida que avanzamos y a la que seguimos para poder, al final, completar nuestro cuerpo y comprender nuestra existencia. Pero lo importante en Etherborn no es el final, sino el camino.

Esta historia que viviremos no es algo corriente, no hay más que ver el panorama que nos presenta. Así que durante el viaje intentaremos comprender la razón de ser del personaje, por qué está donde está, hacia dónde se dirige; quién es. Se trata de una experiencia corta que nos deja con una historia de comprensión quizá no apta para quienes solo quieren relajarse un rato.

La verdad es que no es una historia muy profunda y puede que incluso cueste de entender debido a las frases tan misteriosas que nos deja, pero es que estamos ante la cuestión de la existencia; no puede ser algo sencillo. Aunque es verdad que, al final, todo queda en una historia más bien descafeinada.

Un plataformas sin gravedad que nos ha encantado recorrer

La jugabilidad es el plato fuerte de Etherborn. Sí, estamos frente a un plataformas, pero la cosa se va a complicar porque no solo tendremos una superficie plana por la que saltar y andar, sino que estaremos rotando continuamente por los niveles para descubrir la forma de seguir avanzando.

La clave de todo es conocer muy bien el terreno en el que estamos. Es decir, saber qué superficies tiene y qué nos puede ofrecer cada una. La mecánica para avanzar por los niveles es simple, pues solo tenemos que recoger unos cuadrados de luz y colocarlos en sus huecos para que se nos muestren puentes, abran puertas y demás. Pero lo complicado esta precisamente en hacer esto.

Al tener la posibilidad de andar por las paredes, techo e incluso parte de debajo de los niveles, la cosa se complica. Tendremos que encontrar dónde están los elementos para avanzar y cómo llegar a ellos, pues no cualquier pared se puede escalar por cualquier sitio. Esto se nos muestra mediante unas esquinas redondeadas que nos permiten cambiar de perspectiva subiendo como si de una simple cuesta se tratase.

Y claro, tampoco es solo andar. Las leyes físicas y lógicas de nuestro cerebro se tendrán que quedar un poco al margen al pensar en qué pasa cuando saltamos desde una pared. No, no caemos al "suelo" como podríamos pensar. Caemos al vacío pero de esa misma pared. Es complejo de pensar e incluso de imaginar, por eso al principio puede costar un poco coger el truco a Etherborn. Pero tras superar un par de escenarios, iremos cogiendo el ritmo y la lógica de su particular funcionamiento.

A decir verdad, esta forma de jugabilidad ofrece al título un toque de dificultad que llega a ser lo más atractivo de todo el juego. Teniendo en cuenta que no es un título extenso, el tiempo que nos lleve completarlo dependerá únicamente de nuestra velocidad para superar los niveles. Y no pensemos que es algo simple. Tiene un poco de dificultad que nos hará darle al coco y recorrer bien todos los niveles para encontrar el camino. No hablamos de un juego imposible, pero tampoco es tan fácil como puede parecer.

Además, la apuesta aumenta una vez completemos la primera partida, pues se desbloqueará el modo de juego Nueva Partida+. Con este modo, volveremos a comenzar la aventura pero aumentando el nivel de dificultad: los cubos de luz a encontrar estarán más escondidos. Así se añade rejugabilidad y un desafío mayor para quienes se hayan quedado con ganas de más. Y superar este modo será imprescindible para conseguir todos los trofeos del juego.

Una experiencia corta pero mayormente satisfactoria

En un juego donde la perspectiva se cambia de manera constante, ¿qué tal se juega? Pues la verdad es que Etherborn lidia a la perfección con esta escena. Nosotros no podemos controlar la cámara más que para mover hacia los lados lo que estamos viendo, pero en cuanto cambiamos de suelo (por ejemplo, subiendo a una pared), la cámara girará automáticamente para darnos la mejor visión posible de nuestro entorno, y que podamos ver siempre lo que nos hace falta. No hay mareos, no hay puntos muertos. Es muy cómodo de jugar.

Aunque tengo que mencionar que muchas veces he echado en falta la posibilidad de poder mover la cámara a nuestro antojo. A veces, hace falta ver ciertas partes del nivel que no quedan en nuestra visión pero que es importante para seguir avanzando, y la única manera de conseguirlo es andando y descubriendo cómo llegar.

Los controles también son muy simples, pues solo tendremos que saber movernos, saltar y recoger los cubos, y con un par de botones lo tenemos todo hecho. Es accesible incluso a los jugadores menos experimentados, lo que es un gran atractivo para quienes no se quieran complicar mucho con su nueva aventura.

Sobre la duración, que ya hemos comentado anteriormente que será corta, el tiempo medio está entre 3 y 5 horas. Mi partida me llevó alrededor de 3 horas y media, y admito que estuve atascada un buen rato en un par de ocasiones. Los más avispados rebajarán este tiempo sin problema, mientras que quienes les cueste algo más tendrán que tener más paciencia.

Si a esto le sumamos ese modo de juego adicional que nos anima a volver a disfrutar del viaje con algo más dificultad, el tiempo total podría duplicarse, como mínimo. La pena es que no hay coleccionables, por lo que volver a superar el juego es meramente un desafío personal o con el objetivo de obtener todos los trofeos. Algo que a muchos les puede parecer secundario y, por lo tanto, el juego se quedaría en una experiencia muy corta.

Colores, banda sonora única y doblaje para un indie de calidad

En el tema de los gráficos, poco más hay que decir que no se pueda ver en las imágenes que incluimos. Destacan los colores llamativos; ya estemos en un nivel más iluminado o menos, los colores están muy vivos y ofrecen siempre una buena iluminación, algo que se agradece. También destaca nuestro personaje con esa combinación de blanco y rojo, aunque a veces llega a ser minúsculo en los niveles.

Al haber distintos mundos (por así decirlo), estaremos cada vez en entornos diferentes. Cada uno tendrá su propia paleta de colores que la diferenciará claramente del resto, y esto nos deja con paisajes realmente bonitos. El diseño de niveles, con todos sus detalles de hierba y ruinas, me ha parecido maravilloso. Es una forma sencilla de crear pequeños planetas en un mismo juego.

Y de igual manera que cada nivel tiene su diseño, lo mismo se aplica a la banda sonora. Los temas se han compuesto para que cada uno encaje a la perfección con el nivel en el que se sitúa, y así dar una mayor sensación de que es único. Y si hablamos de lo sonoro tenemos que hablar del doblaje. Porque es bastante raro que un indie cuente con doblaje, pero ya os hemos dicho que Etherborn es único.

La voz que nos llama para que la sigamos es realmente una voz. Y con esto quiero decir que será el único elemento que hable en todo el juego, dándole más sensación de ser y completando lo que el juego tiene que ofrecer. Además, podemos elegir el idioma de esta voz de entre español, catalán e inglés. Y podemos asegurar que los resultados son muy buenos.

Por otro lado, también hay opción de configurar los subtítulos. Y aquí el rango de idiomas es todavía más amplio: para llegar a todo el mundo, sea cual sea el lenguaje que hayamos escogido para la voz, tenemos estos idiomas de subtítulos: español, catalán, inglés, alemán, francés, italiano, ruso, japonés, coreano y chino simplificado.

Conclusión

Etherborn se puede clasificar como plataformas, pero la cosa va mucho más allá. El juego olvida los principios de la gravedad para permitirnos recorrer los niveles por paredes, techos y demás y dar una nueva visión a todos los mapas. Así también sube un poco la dificultad de ser un plataformas común y nos permite estar entretenidos un buen rato.

Pero, por desgracia, la cosa queda ahí, en un "rato". La experiencia es bastante corta y, a pesar de incluir un modo que aumenta la dificultad, no tiene muchos atractivos más para animarnos a volver a vivir la historia. Ni siquiera la propia historia, que resulta poco atractiva por su complejidad de comprensión.

Eso sí, la forma de jugar es muy cómoda y nos sentiremos muy a gusto explorando de esta nueva forma cada uno de los niveles disponibles. Y es que cada uno será único en apariencia y música, lo que deja una sensación de tener distintos mundos dentro de un mismo juego.

Para terminar de completar la experiencia, tenemos doblaje que incluye el español y el inglés además de subtítulos que comprenden una gran variedad de idiomas, para que todos puedan disfrutarlo.

Dónde comprarlo

Etherborn tan solo está disponible de manera digital pero se puede adquirir y jugar para PlayStation 4, Xbox One, Switch y PC en sus respectivas tiendas digitales. Su precio es de 16,99€.