Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Nintendo España, título actualmente disponible en exclusiva para Nintendo Switch.
La agencia de detectives Utsugi vuelve a abrir su puerta, donde haya un caso sin resolver, es uno de los mejores sitios al que acudir, volvemos a las investigaciones gracias al nuevo título de una franquicia llena de misterios, en el análisis de Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club os contaré todas mis sensaciones a los mandos, sin ningún tipo de spoiler.
En esta ocasión debemos investigar un caso reciente de asesinato, el cual puede estar conectado con varios asesinatos en serie ocurridos hace 18 años, todo por una simple bolsa en la cabeza con una sonrisa dibujada, y la leyenda de Emio vuelve a cobrar vida, un asesino que desea dibujar sonrisas eternas.
Este título de Nintendo es una de las producciones más oscuras realizadas por la compañía, un hecho que le otorga un gran interés, porque cuenta historias adultas, crudas, y sabe mantener el misterio a lo largo de toda la trama, una muy interesante, que nos mantendrá en vilo de principio a fin.
¿Por qué estas tan serio?
Nos ponemos en la piel del personaje protagonista, al cual le podemos otorgar el nombre que queramos, cuya personalidad es bastante peculiar, pero es perseverante en todo aquello que investiga. La agencia de detectives donde trabajamos es requerida por la policía para investigar la muerte de Eisuke Sasaki, un estudiante de un conocido instituto de la zona.
Para ello debemos recabar pistas, anotaciones, relacionar objetos y acontecimientos, así como los posibles vínculos y nexos entre personajes de interés, en una historia que nos llevará por varios escenarios, la mayoría de ellos ya seleccionados por la propia trama, así que la sucesión de acontecimientos tiene un planteamiento lineal.
Echo en falta la posibilidad de poder desplazarme por los escenarios a placer para investigar pistas importantes, saciar mi curiosidad, o para intentar descubrir secretos ocultos a simple vista, aun así, Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club sabe mantener la atención de principio a fin, con una buena construcción de la historia, que puede fallar en algunos tramos debido a un ritmo más lento que el que puede aportar el jugador o jugadora.
Con esto último me refiero a que, como jugador, me habría encantado tirar de algunos hilos antes de tiempo, o generar preguntas de forma natural para avanzar más rápido, dada la urgencia del caso, y las mecánicas de investigación no ayudaban a ello. Para poder continuar disponemos de una interfaz sencilla con varias opciones, ya sea para hablar/escuchar, examinar, mostrar, o pensar, entre otras que serán cruciales para continuar.
Si queremos desarrollar los contenidos en las conversaciones, o en puntos clave de la investigación debemos atinar con la opción correcta de todas ellas dependiendo del contexto, el cual, en ocasiones, no da las pistas suficientes para saber cuál es la siguiente opción. Para ello, el juego nos da la posibilidad de resaltar palabras clave que nos pueden dar alguna pista de cómo proceder.
En ocasiones tomaremos el papel de Ayumi, nuestra compañera, que se bifurca en otras líneas de investigación para poder sacar conclusiones acertadas. Estas conclusiones se realizarán al final de cada día, que marca el final de cada capítulo, y nos ayudarán a recordar todo lo aprendido, o descubierto, pero hay muchos términos a los que creo que se les da muchas más vueltas de las necesarias, y el dúo protagonista puede llegara a frustrar en ocasiones debido a que no parecen muy avispados.
Los demás personajes tienen sus propias historias, y siempre es de agradecer la posibilidad de acabar todas las líneas de diálogo, además, el juego se permite aportar varios momentos de humor que son de agradecer, o, al “equivocarnos” al marcar una opción, siempre se reconduce de manera positiva, y puede darnos momentos bastante divertidos.
El cuaderno de notas es una herramienta muy útil si queremos repasar toda la información, ya que las anotaciones se generan de forma automática cuando se descubre algún dato clave, o hechos relevantes, y en ocasiones, es un elemento que se integra con varias de sus mecánicas, al elegir opciones en algunas conclusiones dentro de la misma, o en momentos puntuales.
Una visual novel clásica y necesaria
Su planteamiento es muy clásico dentro del género, ya que mantenemos una sucesión de conversaciones, y momentos clave para llegar al desenlace final, el cual se amplia con un magistral epílogo, que ya demuestra que se trata de un videojuego necesario, y que ya recomiendo antes de mis conclusiones.
La trama no se queda solamente en la historia principal, sabe contar costumbres de la cultura japonesa, momentos cargados de dramatismo, además de aportar enseñanzas que se pueden extrapolar al día a día. La historia de Emio gana enteros cuanta más información conocemos de ella, y de cómo se ha formado esa leyenda, cada dato que nos aporta la investigación, es un dato que nos llevará a pensar, a idear hipótesis, y, en definitiva, a activar nuestra curiosidad.
Este es un elemento clave dentro de su propuesta, ya que quiere que usemos nuestra materia gris para intentar identificar al asesino, a conocer sus patrones, y a intentar descubrir la verdad, aunque al final no sea la que creíamos en un primer momento, o a mitad de la historia. Pienso que se resuelven cosas tarde, y que se podían haber ofrecido más opciones para acotar las conclusiones, o bifurcaciones en la historia que nos llevaran a los escenarios clave para intentar resolver el misterio.
Se trata de un juego que habla de realidades, que cuenta mucho más de lo que muestra, y que sabe apreciar el medio a través del que se comunica, y, aunque la interactividad no sea tan extensa como me gustaría, aporta los elementos suficientes para incentivar el avance de cada tramo de la historia.
Apartado gráfico y sonoro
En este apartado solo puedo hablar desde el elogio, no soy un experto en el acabado visual del género, pero Emio – El Sonriente: Famicom Detective Club ha puesto toda la carne en el asador al mostrar animaciones coherentes con el diseño de personajes, escenarios detallados, y un diseño artístico que quita el hipo.
Aunque todo se mueve desde un plano 2D, los personajes muestran movimientos propios de un modelado 3D que aportan más vida, e inmersión a cada conversación, y a cada momento de la historia, tanto a la hora de moverse, como en el momento de mostrar emociones, las cuales nos pueden dar pistas para avanzar.
Todo este despliegue de medios hace que los sprites sean todo un arte, y disfrutemos cada momento dentro de esta novela visual, que quiere demostrar todo el potencial de la saga en esta última entrega. A nivel sonoro aporta piezas auditivas apropiadas para cada situación, son sus tintes de misterio, investigación, y, sobre todo, en aquellos momentos más cargados de emociones.
En términos de accesibilidad aún queda trabajo por delante, ya que no se puede cambiar el tamaño de los textos, no hay posibilidad de añadir notificaciones visuales o auditivas, ni opciones de alto contraste, además, no hay diferentes modos para personas con daltonismo, o la posibilidad de incluir pistas que hagan el juego más accesible. Cuenta con localización al castellano, y voces en japonés.
Conclusiones
La historia de Emio – El Sonriente me ha sorprendido a varios niveles, la trama está muy bien hilada, y no se deja nada en el tintero, sabe darnos la información suficiente para motivarnos a pensar, y a sacar nuestras propias conclusiones, incluyendo pistas que lleven a otros lugares diferentes a la verdad para intentar despistar, aunque hay elementos que se aportan tarde, o se derivan al último tramo de la historia.
Todo lo que cuenta es necesario, y aunque contiene momentos impactantes, hay que centrarse en las historias de los personajes más desarrollados para entender el por qué de la existencia de esta historia, y de este videojuego. El ritmo en varios momentos ha entorpecido mi experiencia de juego, donde la selección de opciones de diálogo, o de examinar, no estaban realmente claras, y he utilizado algunas opciones de forma no deliberada para poder avanzar.
Pero en otros momentos todo tenías sentido, a medida que avanzas en las mecánicas, puedes entender lo que pretende el propio juego, entiendes mejor sus reglas, y juegas con ellas para llegar a las conclusiones finales de cada capítulo. A nivel visual tiene todos los ingredientes para admirar las animaciones, y a nivel artístico no hay ninguna queja, todo funciona bien y sin fisuras.
Os animo a haceros con este juego, a descubrir su historia, a animaros a investigar y a conocer más allá de lo que cuenta, porque, lo que cuenta es importante y necesario, cruel en algunos momentos, pero esperanzador en otros, lo mejor es vivirlo en primera persona para entender todo lo que os he contado.