Hemos realizado este análisis con una copia digital (PC-Steam) ofrecida por Dead Good Media. También disponible en PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series.

Desde primeros de marzo podemos disfrutar de la nueva obra de una de las compañías más especiales que existen en Europa. Los alemanes Piranha Bytes nos presentan la continuación directa de Elex, un título que no alcanzó grandes ventas. Quizás forzados por esta situación Piranha Bytes fue adquirida en mayo de 2019 por THQ Nordic, quienes aportaron la estabilidad económica que los alemanes necesitaban.

Piranha Bytes son los responsables de la mítica saga de juegos de rol Gothic que, con tres entregas, alcanzaron el reconocimiento merecido gracias, sobre todo, a la tercera parte. Luego lanzaron una nueva trilogía llamada Risen, la cual tuvo un primer episodio realmente interesante y una segunda entrega desastrosa.

Finalmente, en octubre de 2017 lanzaron su nueva epopeya en la que se abandonaba al famoso héroe sin nombre y aparecía Jax como protagonista y salvador del mundo. En esta odisea un gran cometa arremetió contra Mágalan rompiendo el estilo de vida de sus habitantes y forzándolos a reestructurarse en tres clanes diferentes.

Pero, en Elex II encontramos un cambio significativo en este sentido ya que podremos, por vez primera, pertenecer a cinco clanes diferentes, rompiendo con una de las señas de identidad propias de todos los juegos de Piranha Bytes (hasta ahora contábamos con la posibilidad de pertenecer a uno de los tres clanes que siempre aparecían). Cada grupo cuenta con su propia religión, su inclinación a la belicosidad o a la paz, su tipo de estructura social y sus propios objetivos en la vida.

Las facciones

Una de las bases de todos los títulos de Piranha Bytes. como acabo de comentar, es la posibilidad de formar parte de una de las facciones que ofrece el mundo donde se desarrolla la acción. Como ya hemos apuntado, en Elex II podremos acceder a una de las cinco facciones principales.

Estas cinco facciones están formadas por los Bersekers, los Albos, los Outlaws, los Morkones y los Clérigos. Apuntar que por primera vez en un videojuego de Piranha Bytes podremos decidir no entrar a formar parte de ninguna de las sociedades existentes. Pero es interesante formar parte de uno de los cinco grupos que nos presenta el juego ya que, de esta manera, tendremos acceso a equipo potenciado y habilidades avanzadas.

Los Berserkers, quienes confían solamente en la magia y no utilizan la tecnología, son el equivalente a los magos de toda la vida. Los Albos consumen Elex para mejorar su poder de combate y lo utilizan también para crear armas láser o escudos de energía. Ellos no utilizan la magia, sino que utilizan poderes psíquicos, como la auto curación.

Por su parte Los Outlaws (o Foragidos) fueron expulsados de su antigua base, El Fuerte, y viven en Ateris. Utilizan Elex para crear productos químicos de todo tipo, incluidas las drogas. Si las consumimos conseguiremos volvernos más rápidos, más fuertes y más duros. Pero ojo, que para acceder a esta facción primero tendrás que formar parte de los Morkones y haber alcanzado el nivel 20.

Los Morkones, al contrario que el resto de facciones, viven escondidos en un antiguo sistema de túneles situado cerca del lugar de impacto del cometa que cambió la historia de Mágalan y sus habitantes para siempre.

De hecho será una de las primeras tribus que encontremos a la que podremos acceder y comenzar a desarrollar nuestras habilidades. Este grupo ha comenzado a salir de su cueva. Son fanáticos, crueles y grandes luchadores cuerpo a cuerpo.

Finalmente, los clérigos se encuentran en horas bajas, aunque todavía son temidos en Mágalan. Utilizan Elex para crear sus máquinas de matar. Para convertirte en un Clérigo tendrás que formar parte de los Albos y haber llegado al nivel 20.

Sistema de combate

En Elex II la propuesta es un tanto sencilla, aunque encaja perfectamente con el espíritu del juego y con los anteriores trabajos del estudio. De hecho, no encontraremos una evolución, sino mas bien una actualización de lo que ya aportaban otros títulos de la compañía alemana. Eso significa que podremos esquivar, pegar una patada, atacar con armas cuerpo a cuerpo o a distancia y utilizar magia, dependiendo del tipo de combate que vayamos desarrollando.

Todo esto llevado a la práctica nos permite combatir de una forma muy directa. Los enemigos se lanzarán hacia nosotros, no se esconderán ni intentarán evitar nuestros ataques, recordando a títulos más antiguos. Eso sí, contamos con una barra de energía que limitará nuestros ataques y la posibilidad de esquivar los ataques enemigos, así que tendremos que gestionar nuestras fuerzas adecuadamente para no quedarnos sin poder actuar en medio de un enfrentamiento.

Pero es interesante señalar que lo que va a determinar en gran manera que un combate tan sencillo sea más o menos divertido es el tipo de arma que utilices. Comenzaremos nuestra aventura con una barra de hierro. A partir de ahí iremos encontrando espadas, mazas de guerra, arcos y armas de fuego, sin olvidar los hechizos, lo que aporta una interesante variedad al combate.

En cuanto al árbol de mejoras de habilidades en el combate, poco que decir, nada que no se haya visto en otros títulos como los últimos Assanssin's Creed. Y en cuento al menú de inventario tres cuartos de lo mismo. Nada nuevo, nada destacable. Funcional sin más.

Sistema de progresión

Aquí encontramos otro de los pilares de Piranha Bytes, un sistema muy propio, duro y, al mismo tiempo, grandemente satisfactorio. Encontrar una espada que mejore la barra de metal con el que comenzamos a movernos por Mágalan no implica que sepamos utilizarla. Para aprender a utilizar los diferentes tipos de armas, tendremos que ser entrenados por instructores duchos en la materia a los que tendremos que pagar.

Pero esto no será suficiente ya que, un arma mejor, a veces implica que sea más pesada que la anterior, con lo cual tendremos que subir la fuerza para poder manejarla. De esta forma siempre estaremos gastando dinero entrenando una de las cinco capacidades (atributos) principales y buscando instructores para mejorar en el uso de armas.

Los atributos que podremos mejorar son Fuerza, Complexión, Destreza, Inteligencia e ingenio. Según la estadística que aumentemos, se producirán unos efectos u otros. Un ejemplo: si mejoramos la destreza, mejorará nuestro daño causado con armas a distancia. Si decidimos mejorar la constitución aumentaremos la vida (puntos de golpe) de Jax. Cuanto más mejoremos un atributo más nos costará volver a mejorarlo. Y cada vez que subamos de nivel o consumamos ciertos elixires recibiremos puntos para invertir en estos atributos.

Un detalle importante es que podremos aprender oficios, con lo que podremos crear o mejorar armas, armaduras y pociones. Para ello tendremos que buscar a álguien que nos enseñe el oficio y mejorar los atributos que necesitemos para poder aprender esa habilidad.

La narrativa

Este es el tercer pilar sobre el que descansan todos los trabajos de Piranha Bytes. Elex II no es la excepción. Todos los objetos van acompañados de una pequeña descripción. En el caso de pociones o comida también se describirán sus atributos. Un dato importante: la salud no se recuperará automáticamente. Tendremos que descansar, comer o consumir pociones de curación o realizar hechizos para recuperar nuestra salud. Podremos asignar las pociones y comidas a un menú radial para consumirlas “al vuelo” cuando lo necesitemos.

La exploración será crucial. Tendremos el mundo a nuestra plena disposición. Podremos movernos por el mapa siguiendo las señales de misiones o libremente sin ningún tipo de ayuda. Podremos ir acá o allá. Eso sí, los enemigos que encontremos (desde humanos a bestias) determinarán la necesidad de aumentar varios niveles antes de adentrarnos en alguna zona nueva (aunque si queremos, podremos acceder a ella).

Finalmente las conversaciones son de lo mejor del juego. Cada personaje secundario o principal cuenta con su propia personalidad y línea de conversación. Algunas personas desconfiarán de nosotros. Otras nos pedirán que les ayudemos. Alguna intentará timarnos. Según cómo desarrollemos nuestra propia personalidad se abrirán unos hilos de conversación u otros. Podremos mejorar nuestras habilidades para conseguir convencer o intimidar a nuestro interlocutor. Así que sí, nos pasaremos horas hablando con todo tipo de gente. Y no, el juego de cámaras utilizado para ilustrar las conversaciones no está del todo ajustado.

En cuanto a las misiones, están las principales, como en todo buen juego de rol, que tendremos que completar para ir acercándonos al final de la aventura y otras secundarias que, sin ser ni mucho menos The Witcher III, irán mostrando la profundidad del mundo de Mágalan y sus gentes. Conseguiremos equipo, dinero y experiencia al completarlas. Eso sí, según las que hagamos, algunas nuevas se activarán y otras ya no las podremos realizar. Por cierto, tendremos cierto margen de elección a la hora de realizar algunas misiones (hablando, por la fuerza, robando, etc).

Podremos consultar un mapa en el que aparecerán marcadas las misiones que seleccionemos. Para desplazarnos por el vasto mundo de Mágalan podremos ir caminando o corriendo, pero también contaremos con unos teletransportadores que, al activarlos, podremos utilizar. Y para acceder a las zonas elevadas contaremos con una mochila propulsa que podremos mejorar.

Mientras investiguemos las diferentes localizaciones que iremos descubriendo nos daremos cuenta de que podremos recolectar muchos ingredientes, objetos, pociones y armas. Vale la pena dedicar tiempo a la exploración ya que conseguiremos muy interesantes recompensas.

En este sentido hay que tener cuidado porque existen objetos vinculados a personas. Si nos “agenciamos” estos objetos estaremos robando, y si nos ven robando tendremos problemas. Algo de gran utilidad es que podremos guardar nuestro progreso en cualquier momento, cosa que nos salvará más de un disgusto.

La historia

El juego se desarrolla unos años después del primer Elex. Si quieres saber porqué se llaman así estos juegos necesitarás jugar al primero (no lo voy a desvelar aquí). De hecho, esta segunda entrega está llena de spoilers del primer título, así que te recomiendo jugar la historia completa.

En Elex II controlaremos, una vez más, a Jax, pero un Jax en baja forma que, además, será contagiado por un extraño virus, así que la cosa se irá complicando a lo largo de toda la aventura. ¿Ante qué nueva amenaza tendrá que luchar nuestro héroe con nombre? Pues contra una amenazante raza que quiere terraformar el planeta.

A partir de ahí se irá desarrollando toda una trama que, sin ser del todo sorpresiva, nos mantendrá interesados en conocer su desarrollo. Varias decenas de horas (cerca de 30 para la historia principal y el doble para completarlo todo) nos esperan si queremos conocer en profundidad todas las localizaciones e historias que esconde Elex II.

Apartado técnico

A nivel técnico el juego tiene sus claros y sus oscuros. Por un lado la hierba, los reflejos, el impresionante realismo del agua, los juegos de luces y muchos detalles son realmente impresionantes. Pero chocan frontalmente con otros como puede ser la calidad de los caminos y las piedras y, sobre todo, los personajes. Parecen directamente sacados de generaciones anteriores. No tienen apenas expresividad y el detalle gráfico no está, ni de lejos, a la altura de los tiempos que corren. Si los comparamos con el ya mencionado The Witcher III, o con los más recientes Horizon Forbidden West y Elden Ring, Elex II sale perdiendo claramente.

Sí existe un avance respecto a lo visto en su anterior entrega, pero está claro que Piranha Bytes necesita un cambio en su motor de juego. El rendimiento, en cambio, es bueno y no se aprecia apenas la aparición repentina de objetos, aunque sí que es cierto que en interiores oscuros juegan con la oscuridad de una manera ridícula. Está claro que es un truco para consumir menos recursos, pero no puede ser que en una estancia larga iluminada por antorchas no podamos ver el final de la misma hasta que nos acercamos al extremo de dicha habitación.

Otro tema tiene que ver con las escenas animadas generadas con el motor del juego. En algunos momentos estas escenas saltarán de golpe rompiendo el momento. Además, algunas no acaban de coincidir con lo que estábamos jugando. En una de las primeras, por ejemplo, durante la partida estamos corriendo por un valle verde y, en la escena que nos asalta de repente, vemos a Jax correr por un paraje árido y montañoso sin vegetación.

El apartado sonoro, aunque cuenta con un gran despliegue, no está del todo bien implementado. Varios ejemplos: Cuando estemos en un bosque oiremos moscas, pájaros, bichos de toda clase, viento, el crujir de la madera… pero a veces, escucharemos algunas cosas fuera de lugar. Un crujido de madera en un lugar totalmente desolado no tiene ningún sentido. O el tema de las conversaciones. La sincronización labial brilla por su ausencia (doblaje en inglés y textos en castellano). Por lo demás, una épica banda sonora nos acompañará a lo largo de toda nuestra odisea.

Pero todo esto no empaña en exceso el gran trabajo artístico con el que se presenta el mundo de Mágalan. Todo tiene un diseño muy propio. Si has jugado a anteriores juegos de la compañía, reconocerás enemigos y facciones a simple vista. En este sentido es como volver a casa.

Conclusiones

Aquí seré claro. Si has jugado a títulos anteriores de Piranha Bytes y te han gustado, Elex II es como volver a casa. Todo te resultará familiar pero nuevo al mismo tiempo. Lo disfrutarás al máximo.

¿Y si no has jugado a nada de la compañía alemana? Si eres capaz de ver más allá de los problemas ya comentados, descubrirás un título bien armado, con unas base de exploración, narrativa y rol muy sólidas. Un gran mundo abierto te espera. No te defraudará.