Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por 505 Games, juego disponible en PlayStation 4 (versión analizada), PlayStation 5, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch y PC a través de Steam, Epic y GOG.
Hace ya años que Kickstarter anunciaba la llegada de una de sus campañas más prometedoras de todos los tiempos, Eiyuden Chronicles prometía conseguir lo que Konami daba por muerta, el renacer de Suikoden, su JRPG estrella pero olvidado hace ya más de una década.
Pero una obra tan esperada necesita un tiempo de incubación alargado para prevenir batacazos y desilusiones, por este motivo 505 Games decidió arriesgarse con una precuela, que aunque cambia de género, suple a la perfección las ganas de hincarle el diente a esta saga.
Hablamos de Eiyuden Chronicles Rising, título que aunque ambientado algunos años antes, cambia por completo sus mecánicas jugables apostando por un metroidvania muy rolero y con dosis de gestión de recursos, dos géneros muy distintos pero que seguro encandilará a muchos pese algunas carencias.
Una historia amena, pero cargada de significados
Como siempre comenzaremos nuestra particular visión del juego hablando de la trama de este, donde interpretaremos a JC, una alocada adolescente que llegará a la ciudad en busca de tesoros, fama y riqueza.
Por desgracia no tardará en llevarse un fiasco enorme al comprobar que el lugar de sus sueños está en las últimas, y debido al aumento de los terremotos por la zona y el incremento del número de monstruo, difícilmente podrá dedicarse a la búsqueda de tesoros.
Ni corta ni perezosa, nuestra antihéroe decide poner remedio a este problema, poniéndose manos a la obra -de forma casi obligada-, desvelando así la corrupción de la misma y uno de los misterios mejores guardados de todo el mundo.
Sin duda estamos ante una historia que, lejos de ser tan profunda como la aventura que esperamos para 2023, luce un enfoque más descafeinado pero cargado, eso sí, de personajes muy carismáticos e inolvidables.
Y es que a muchos de estos esperamos verlos en la entrega principal, sirviendo Rising como puente para ir conociendo las bases de este mundo, por lo que podemos considerarlo una buena y breve introducción a este lore.
De hecho, sin ir demasiado a saco, la aventura principal puede llevarnos apenas 10 horas dejando algunas breves sidequest y tareas opcionales para el postgame.
En definitiva podríamos decir que estamos encantados con la propuesta de esta aventura; una historia breve que sirve de preámbulo a algo mucho más gordo que está por llegar, sino fuera porque deja más por desear en algunos apartados...
La ciudad crece contigo
A diferencia del resto de metroidvania, aquí deberemos mejorar las secciones de nuestra ciudad si queremos evolucionar a nuestro personaje, pues desarrollar una herrería que nos permita mejorar el arma equipada es vital para poder avanzar sin problemas en la trama, y no tardareis en daros cuenta que cumplir misiones secundarias es necesario para esto.
El ritmo al que podremos ir mejorando la ciudad será acorde al argumento, así que cada vez que avancemos algo en la historia, desbloquearemos nuevas tareas secundarias. El problema viene cuando estás son del todo insulsas.
Encontraremos misiones de buscar un determinado material, matar a un feroz enemigo o incluso únicamente hablar con un personaje que está a dos pasos nuestros, algo que rápidamente se hará muy repetitivo si tenemos en cuenta que hay más de 150 misiones secundarias.
Eso sí, las misiones dan algo de contexto a la trama y nos permite conocer mejor a los personajes, algo que descubriremos cuando se ponga a la venta Hundred Heroes, pero en general debemos decir que nos han parecido repetitivas y sosas.
Un mundo bien conectado pero falto de esplendor
Como ya hemos mencionado, Eiyuden Chronicles mezcla mecánicas de metroidvania con recolección de recursos para mejorar tanto a nuestros personajes como a la ciudad que daremos vida.
Esto se traduce en que tendremos que revisitar los mismos escenarios incontables veces, y aunque contaremos con puntos de teletransporte para agilizar el proceso, si somos completistas vamos a dar muchas vueltas, mas de las necesarias.
No estamos en contra de revisitar escenarios, y más cuando el trabajo artístico está tan currado, pero por otra parte esto tiene otra consecuencia, escenarios más pequeños aunque bien conectados, algo que se tiene muy en cuenta en títulos de este tipo.
Eso sí, aunque reúne elementos de sobra de este género, hemos encontrado una gran pega, y es la falta de trampas o saltos que conviertan nuestro paseo por el escenario en algo más arriesgado y peligroso, a la par que entretenido.
Un sistema de combate original pero falto de profundidad
Aunque los escenarios son bastante simples, todo parece indicar que con el sistema de combate han destinado más recursos, encontrando un sistema muy original donde podremos hacer combos a base de cambiar de personaje en mitad de nuestro ataque.
A medida que mejoramos la ciudad podremos elaborar combos más rápido, y para ser justos la animación en la que se cambia de personaje para proseguir el combo está muy trabajada, a la par que es bastante ágil, por lo que cambiar de personaje en mitad del combo es muy gratificante.
El problema viene en que el trabajo destinado a esta mecánica termina ahí, y carecemos por completo de habilidades de combate, hechizos o destrezas. Eso sí, cada personaje de los tres que tendremos disponibles combatirán de una manera distinta, lo que añade algo de variedad al asunto.
Otro inconveniente que hemos visto al sistema de combates es la dificultad, pues a poco que mejoremos a nuestros aliados, los enemigos se nos quedarán atrás, y cualquier combate nos sonará a chiste, pero se volverá algo más desafiante en el modo Difícil una vez que completemos la trama.
La fusión perfecta entre gráficos pixelados y escenarios 2.5HD
Llegamos al plato fuerte del juego, y es que si algo nos maravilló de Eiyuden Chronicles en su presentación fue su motor gráfico, que mezclaba con gran acierto diseños de personajes animados en pixel con escenarios en 2.5 HD, algo que han representado de muy buena forma en Rising.
Tanto la iluminación como la paleta de colores elegida para los escenarios es un regalo para la vista, y en más de una ocasión nos hemos quedado ensimismados contemplándolos, ya que aúna a la perfección el estilo artístico con la presencia de personajes y monstruos, una maravilla.
Los efectos especiales como ya dijimos antes, también cuentan con una iluminación estupenda, y cualquier fan de este estilo artístico lo disfrutará con creces.
Algo más pobres hemos visto las animaciones de los personajes en las escenas de la trama, pero se fusiona bien con los escenarios y queda bastante natural, como si estuviéramos jugando a la época dorada de este género en los 90.
La banda sonora cumple a la perfección con lo esperado, eligiendo muy bien los temas de exploración y los de combates contra jefes, y si tuviéramos que sacar una comparación con algún título en este apartado, sin duda elegiríamos a la saga YS, combates épicos por la situación y la melodía.
Conclusiones
Eiyuden Chronicles Rising nos ha gustado a nivel argumental y gráfico, aunque deja algo que desear a nivel de mecánicas de combate o la elaboración de misiones secundarias, de lo que esperamos más cuando salga Hundred Heroes.
Por otra parte, también comprendemos que es un juego de bajo presupuesto, y llega al mercado a un precio muy competitivo -15.95€- por lo que los amantes de los metroidvania deberían darle una oportunidad, tiene cosas por las que merece totalmente la pena el pequeño desembolso.
Por otra parte, quienes esperan con ansias la llegada de la secuela espiritual de Suikoden deberían jugarlo con más ímpetu, pues muchos de los sucesos que se narran aquí serán importantes cuando salga.
