Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Dear Villages, juego disponible en PC, Xbox One, Xbox Series, PlayStation 4 y Playstation 5 (versión analizada).

Tras una larga espera desde su anuncio, y tras pasar por el Acceso Anticipado de PC, Edge of Eternity por fin ha sido lanzado en su versión completa y en consolas. Combates de rol por turnos, una historia apasionante y muy buenas intenciones, se dan la mano en el que podría ser uno de los grandes tapados del mes de febrero.

En AllGamersIn ya hemos probado en profundidad el que resulta ser el primer gran trabajo de Midgar Studio, y pese a tener que resolver ciertos problemas en su base jugable, también cuenta con grandes aciertos.

Todo esto y mucho más lo exponemos en nuestro particular análisis en el que ilustramos a un RPG que los amantes del género no deberían de dejar escapar.

La historia nos resume los estragos de la guerra y la enfermedad

En Edge of Eternity nos encontraremos con un planeta entero que ha sufrido el ataque de una nación alienígena, que llegó con buenas palabras de bondad y ayuda, pero rápidamente sometieron a los habitantes de este mundo como esclavos.

Por si fuera poco, han transmitido a la raza humana una peculiar enfermedad que provoca que quienes la contraigan se conviertan en monstruos con el paso del tiempo, y que por desgracia, no tiene cura.

Aquí será cuando conozcamos a Daryon, quien tras abandonar el frente de batalla tras descubrir el lado más sectario de la religión que lucha contra los alienígenas, decide poner rumbo a su hogar para buscar una manera de salvar a su madre adoptiva, quien ha contraído la enfermedad.

Por suerte no estará solo, pues su hermana, la sacerdotisa Selene, le acompañará en este periplo donde volverán a unir lazos fraternales, y ya puestos, salvar el mundo.

La historia es uno de sus puntos fuertes, aunque algunas animaciones flojean.

A priori la historia de Edge of Eternity parece totalmente influenciada por grandes títulos del género JRPG, pero a medida que vayamos dedicándole horas y avancemos en su enmarañada red nos daremos cuenta que brilla con luz propia.

Y es que si bien cuenta con algunos fallos argumentales -más propios de un descuido- reconocemos que sus personajes están muy bien construidos, y aunque no todos tienen una personalidad tan marcada como la de Daryon y Selene -se nota a leguas que son los protagonistas principales-, admitimos que cuenta con todos los elementos de un buen título de este género.

Lo que más nos ha gustado es que su duración, aun yendo a saco con la historia ronda las 30 horas, una cantidad de tiempo muy acertada para este género que muy pocos consiguen hoy en día.

Hay muchas conversaciones opcionales que nos permiten conocer mejor a los personajes.

La mezcla perfecta entre ciencia ficción y fantasía

Aunque la historia nos ha gustado y nos ha mantenido enganchados desde el principio -pese a sus previsibles errores-, tenemos que admitir que que donde realmente nos hemos sentido fascinados ha sido por la creación de su mundo.

El título combina a la perfección elementos típicos de una aventura de fantasía medieval con ciencia ficción, y es que el enfoque que han dado a la mezcla entre elementos mágicos y las fuerzas de ataque alienígenas han dado como resultado a un mundo muy bien construído.

El tipo de vivienda de los personajes, las ciudades, las razas, han quedado perfectamente plasmadas en un entorno muy bien cuidado y que brilla por el buen uso de su motor gráfico.

De su apartado gráfico y sonoro ya hablaremos más adelante -y mucho-, pero tenemos que insistir en que este ha sido uno de los mejores apartados del juego.

Su mundo es toda una belleza cargada de entornos preciosos y magia.

Combates por turnos a la vieja escuela, pero falta de profundidad

No todo es amor y gloria como Edge of Eternity, y es que el apartado en el que más tendría que destacar un JRPG es también en el que más falla esta aventura. A priori estamos ante un RPG por turnos, donde además nos encontramos situados en un escenario por el que nos desplazamos como peones en una partida de ajedrez.

Esta es la parte más atractiva de este sistema, pues gracias a esto podremos emplear diferentes estrategias, como alejar del enemigo a los personajes que empleen ataques a distancia -mágicos sobre todo-, o intentar atacar por la espalda con los personajes que ataquen cuerpo a cuerpo.

Esta mezcla entre rol por turnos y táctico habría sido un claro ejemplo a seguir por los futuros títulos del estudio, si no fuera porque carece de profundidad.

Nos explicamos, la mecánica es divertida, pero sentimos que podría haber dado mucho más de si y estar mejor empleada, pues donde fallan principalmente estos combates es en el sistema de habilidades.

El sistema de combates es entretenido, pero le falta profundidad, y le ha pasado bastante factura.

Aunque podemos subir de nivel como en todo buen RPG que se haga respetar, las habilidades se aprenden equipando gemas a las armas. Estas gemas se obtienen cumpliendo determinados objetivos en batalla -lo cual es una buena forma de motivar-, en cofres de tesoro o completando misiones.

El problema viene cuando pocas de estas gemas nos equipan habilidades, pues aparte de que no podemos equiparnos demasiadas, el resultado es que de base tenemos pocas técnicas para usar en combate, al menos en los primeros compases de la trama.

Como consecuencia de esto, el juego se vuelve rápidamente monótono, y aunque este es un problema al que se enfrentan la mayoría de los RPG, aquí se hace latente mucho más pronto de lo habitual.

Por supuesto a medida que avanzamos conseguimos más gemas y con más habilidades podemos explotar mejor las debilidades del enemigo, pero no paramos de pensar que este sistema está algo falto de profundidad.

Por otra parte, y para hacerlo aún más divertido, también contamos con elementos del entorno que podemos usar durante las contiendas, como máquinas de guerra o piedras mágicas, que dan un toque más estratégico al asunto.

Un mundo repleto de cosas por hacer y recoger

El juego cuenta con un mundo semi-abierto, y como ya hemos dicho más arriba nos encanta, crea una atmósfera muy conseguida y además, está repleto de cosas por hacer.

Hablamos como no de las misiones secundarias, las cuales podremos empezar a realizar en los primeros compases de la aventura y son muy recomendadas para asegurar nuestro avance.

En primer lugar no son solo un buen fondo de experiencia, dinero y equipo para nuestros personajes, también tienen mucha carga argumental. Y a diferencia de lo que pasa con títulos recientes donde estas resultan del todo insípidas, aquí nos ayudan bastante a expandir el lore del mundo y los personajes.

Eso sí, no dejan de ser misiones de recadero en el que tendremos que exterminar a algún monstruos o llevar determinados mensajes/paquetes a un personaje que vive a a 2 minutos andado de nosotros, pero a veces en la simpleza está la clave.

Como ya hemos dicho, el mundo del juego se siente muy vivo, y no solo por las misiones secundarias, pues los enemigos campan a sus anchas -a veces en grupo, otras en solitario- por el entorno.

Hay muchas tareas secundarias por hacer, que aunque simples, resultan entretenidas y aportan chicha.

Una vez que tengamos contacto físico con ellos -si los pillamos desprevenidos tendremos alguna ventaja- iniciaremos un combate. La gracia está en que, pese a que se encuentran muy desplegados por el entorno, son muy fáciles de eludir, pues el mapeado es grande, por lo que iniciar una pelea es la mayoría de las veces decisión nuestra, y nos gusta tener esa capacidad de decidir.

Por otra parte, los elementos que podemos usar en las batallas que ya mencionamos antes, también le dan energía a este mundo, al igual que su ciclo horario -el cual es una preciosidad gráficamente hablando- que hará que vivamos diferentes sucesos dependiendo del momento del día en el que estemos.

Y como no podía ser de otra manera en un mundo semi-abierto también hay grandes dosis de farmeo, muy bien distribuidos y de manera orgánica, que nos ayudará a completar algunos encargos, o a construir nuestras propias piezas de equipo mediante herrería.

Como veréis, esto son tareas muy cotidianas en este tipo de género, pero tampoco llega a ser aburrido, y con Edge of Eternity tampoco hacía falta innovar demasiado, no en un juego desarrollado por nueve personas.

También tiene muchas ciudades, llenas de gente y cosas por hacer.

Gráficamente es precioso, pero...

Como ya hemos mencionado, los entornos de su mundo así como el diseño de los monstruos y personajes nos ha parecido una preciosidad. Los campos están llenos de vegetación y aunque nosotros lo hemos disfrutado en PlayStation 5, comprendemos que para poder ejecutarlo en Nintendo Switch necesite usar tecnología en la nube.

Ahora bien, aunque muchos entornos están muy bien trabajados, otros nos han dejado con un mal sabor de boca hasta el punto de hacernos dudar de las capacidades del juego. En el mismo prólogo hemos sentido que el motor gráfico no iba a dar mucho más de sí, cuando de repente nos encontramos con un maravilloso universo, por lo que notamos que hay algo de dejadez en algunas zonas.

Lo mismo pasa con las escenas, algunas animaciones parecen de hace varias generaciones, mientras que otras escenas están bien curradas y parecen más naturales al moverse, algo que casi nos ha hecho preferir conversaciones de texto antes que una escena.

En definitiva, hay mucha diferencia entre lo que ofrece el entorno del juego y las animaciones, y aunque comprendemos que esto lo ha desarrollado un estudio muy pequeño, nos preguntamos si con más tiempo se hubieran enfocado más en esto.

Gráficamente su punto fuerte son los escenarios, y no hay más que hablar.

Técnicamente es un buen trabajo

Para ponernos más técnicos tenemos que hablar de sus dos modos de juego en cuanto a gráficos, pues podemos elegir entre priorizar la tasa de refresco de los fotogramas o mejoras gráficas y de resolución.

Aunque esto siempre es cuestión de gustos, opinamos que la decisión final corresponde decidirla a la jugabilidad que tiene la obra, y es que en un título de combates por turnos tampoco hace falta que la tasa de fotogramas sea altísima.

Pero la guinda al pastel la pone su banda sonora, que liga temas preciosamente orquestados que pegan a la perfección con la ambientación del juego, y sin ser grandes obras maestras, le dan a la aventura un aspecto más resultón.

Respecto a las voces podemos elegir entre el doblaje en inglés y en japonés, ambos con un resultado bastante aceptable. Por otra parte, el juego ha sido traducido al español, y aunque hemos encontrado algunos errores de localización, son perfectamente comprensibles en un título tan largo.

Su ciclo de noche y día también nos ha encantado.

En cualquier caso, poder leerlo en nuestro idioma ayuda a sentirnos inmersos en su propuesta, así que agradecemos enormemente el esfuerzo empleado en traducirlo.

Lo que no agradecemos tanto es el uso que hace el juego del DualSense de PlayStation 5, pues solo hemos notado la presión de los gatillos adaptativos al atacar a algún enemigo desprevenido para contar con alguna ventaja en combate.

El resultado es bastante artificial, y da la sensación de que está añadido para hacer bulto más que por mejorar la experiencia, pero de algún modo agradecemos que hayan juegos que usen esta tecnología.

Sus batallas resultan muy estratégicas, pero la falta de habilidades le ha restado profundidad. Sobre todo en las primeras horas de juego.

Conclusiones

Edge of Eternity es sin lugar a duda una buena propuesta cuyos mejores adjetivos son una historia bien elaborada y un mundo semi-abierto que ya quisieran títulos de más presupuesto. Por desgracia, peca en el que debería ser su punto fuerte, el sistema de combates.

Eso sí, pese a que este carece de cierta profundidad, el juego sigue siendo divertido para los amantes del género, y aprovechando que está en perfecto español, no hay escusa para no disfrutar del que esperamos que sea un gran RPG de 2022.

Midgar Studio ha luchado fuerte por traernos su primer juego, y si bien hay aspectos a mejorar, también aprenderán mucho de él, por lo que estamos deseando que disfrutéis de Edge of Eternity pero también de ver que nos tienen preparado en un futuro.