Este análisis de DYNASTY WARRIORS: ORIGINS ha sido posible gracias a un código para PC (Steam) cedido por PLAION España.
Una de las sagas más queridas y conocidas del genero Musou está de regreso con DYNASTY WARRIORS: ORIGINS. ¿Está a la altura?
Ya disponible en PlayStation 5, Xbox Series y PC, aprovecharemos este análisis para descubrir qué podemos esperar de esta entrega y si realmente merece la pena.
Aunque, antes de comenzar tienes que saber que hay una demo 100% gratuita en las plataformas antes mencionadas, además de ediciones en formato físico para PS5 y Xbox Series.
Tiempos revueltos
La corrupción y las malas cosechas han dado pie a un levantamiento masivo por parte del pueblo oprimido y al nacimiento de Los Turbantes Amarillos.
Lo que alguna vez fue una milicia popular creada en favor de los oprimidos se ha transformado en una banda de saqueadores que amenaza la estabilidad del reino.
Con el fin de hacerles frente, muchos señores de la guerra se han reunido con un objetivo en común. Pero ¿Qué pasará una vez los Turbantes Amarillos caigan? ¿Los antiguos aliados consumidos por las ansias de poder? Es hora de que lo descubras.
Tú puedes contra los que hagan falta
Revolucionar la jugabilidad en un Musou es una tarea muy, muy complicada y que generalmente no termina sabiendo bien. DYNASTY WARRIORS: ORIGINS es consciente de esto y por eso en lugar de intentar rizar el rizo nos trae de regreso la característica por la que sorprendió a todos en una época ya lejana: sus combates masivos de 1 contra 1000.
Para triunfar en batalla tenemos a nuestra disposición un extenso abanico de armas, y aunque algunos podéis considerar que es muy poco, creo que el número total está bastante bien.
Para evitar que las armas no se usen (seamos sinceros, generalmente la mayoría terminamos jugando con la espada), el juego nos presenta las escaramuzas y los entrenamientos.
Luchar y evolucionar
Las escaramuzas son combates 100% opcionales en los que hay que completar varios objetivos, y aunque pueden llegar a hacerse repetitivos, varían en enemigos y escenarios.
Por su parte, los entrenamientos son misiones ligadas a realizar ciertos hitos en batalla y que pueden completarse en cualquier momento mientras dura la partida. El aventurarnos en estas dos características nos hará perfeccionar nuestra maestría y obtener puntos con los que mejorar nuestras habilidades o estadísticas.
Pero, volviendo a los combates 1 contra 1000, es increíble la sensación de inmersión que consigue el juego.
El caos de la guerra
Hay eventos masivos en los que se reúnen tantos soldados enemigos que resulta imposible contarlos y en los que el caos y la acción están a la orden del día desde todos los frentes. Todo acompañado de misiones secundarias a fin de lograr un ataque conjunto de nuestro ejército o ir contra reloj para evitar que el enemigo despliegue sus mejores estrategias.
Durante estos momentos, también brilla el poder desafiar a los generales enemigos en duelo singular. Son combates demasiado épicos que casi están a la altura de la de los jefes.
Por último, aunque no menos importante, tenemos los ataques Musou en solitario o formando pareja con un compañero.
Además durante un breve periodo de tiempo es posible controlar a nuestro compañero de equipo.
Habría preferido controlar a los personajes secundarios con total libertad, pero he de admitir que el hecho de tenerlos sólo durante un breve periodo de tiempo hace que intente ser más estratégico en cuanto a su uso.
Salir y hacer amigos
Fuera del campo de batalla tenemos un mundo explorable a caballo en el que además de las escaramuzas iremos encontrando misiones secundarias, así como invitaciones para conocer mejor a algunos de los generales más destacados del juego.
Estas secuencias de interacción social están muy bien integradas y nos dejan muchos diálogos que hablan sobre la hermandad y los sueños de cada general en la historia, aunque se ven empañadas con el hecho de que nuestro protagonista sea una tabla.
Estas secuencias de interacción social están muy bien integradas y nos dejan muchos diálogos que hablan sobre la hermandad y los sueños de cada general en la historia, aunque se ven empañadas con el hecho de que nuestro protagonista sea una tabla.
Puede que en Asia el protagonista silencioso triunfe, pero personalmente habría preferido tener un poco más de libertad al relacionarme con personajes tan carismáticos y bien hechos.
¡Drama para todo el mundo!
Aunque el Romance de los Tres Reinos sea una obra extensamente conocida y el pilar de esta saga, es notable cómo es que la narrativa de esta entrega consigue emocionarte a muchos niveles.
No revolucionan contándonos nada que no sepamos, pero sí tiene unas buenas dosis de drama y hermandad que le dan un toque único.
Durante la historia no he sentido que el ritmo decayese en ningún momento, y pese a que sé cómo es que van a terminar las cosas, he conseguido emocionarme.
Durante los primeros capítulos se consigue que empatices y conozcas bien a todas las facciones, sus ideas, sus problemas y sus ambiciones. Lo cual hace más duro el tener que tomar ciertas decisiones, aunque por suerte hay varios finales disponibles.
Más que a la altura
Visualmente DYNASTY WARRIORS: ORIGINS ofrece un apartado visual que cumple y con creces. Es un título que se ha pensado desde 0 para las consolas de actual generación y PC, por lo que se nota mucho en la cantidad de personajes que se mueven en pantalla y muchos escenarios de combate.
Los diseños de los personajes también tienen un aprobado alto, con varios generales beneficiándose y viéndose mejor que nunca (hay uno en especial que hará que vuestra mandíbula se caiga).
En lo que respecta a rendimiento tenemos un juego bien optimizado, compatible con Ultrawide (este análisis se ha realizado en un monitor de este estilo) y que incluso se da el lujo de contar con una configuración exclusivamente pensada para la Steam Deck.
Sí, el juego es 100% compatible con la consola de Valve. Y aunque se pierde algo de calidad visual y la tasa de frames es de 30, la experiencia final es increíblemente fluida.
En el apartado sonoro la música vuelve a ser un elemento importante del juego y tenemos auténticos temazos a la hora de combatir e incluso explorar (y para quienes os lo preguntáis, el Tema de Lu Bu es una cosa increíble).
Esto se acompaña de un trabajo de voz bastante destacable en los tres idiomas que el juego ofrece (tenemos subtítulos al español), aunque personalmente me quedo con las voces en chino por temas de inmersión.
DYNASTY WARRIORS: ORIGINS - El drama de los Tres Reinos
DYNASTY WARRIORS: ORIGINS es todo lo que estaba esperando y más. No sólo es un juego increíblemente divertido gracias a abrazar por completo la idea de 1 contra 1000, también es uno que capta la esencia del Romance de los Tres Reinos y nos mantiene atentos a una historia que ya conocíamos.
¿Te interesa esta saga y no sabes por donde comenzar? Este título es perfecto para ello y el hecho de tener una configuración 100% centrada en Steam Deck hace que puedas llevarte la acción a cualquier lugar.