Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Koch Media, título ya disponible en PlayStation 4, PlayStation 5 (versión analizada), Xbox One, Xbox Series X/S y Nintendo Switch.
Un año después del que iba a ser su lanzamiento original, ha llegado la hora de que podamos disfrutar de Dynasty Warriors 9 Empires, la nueva entrega de la ya mítica y aclamada saga de Koei Tecmo.
Al igual que todas las versiones Empires de un Dynasty Warriors, esta entrega está más enfocada en lo táctico y por ello es posible que resulte un tanto intimidante para todos aquellos que recién llegan al mundo de los musous o a esta saga.
¿De verdad es así? Bueno, vamos a descubrirlo.
Una historia hecha con sangre, sudor y lágrimas
Lo primero que salta a la vista en Dynasty Warriors 9 Empires es la completa ausencia de campañas guiadas y específicas, así como lineales, para una facción. En su lugar nos encontramos con siete escenarios históricos en los que nuestros aliados y enemigos se corresponden con el turbulento periodo en el que nos encontremos.
En principio esto puede parecer una gran limitación, pero lo cierto es que la gran cantidad de oficiales principales y secundarios que el juego ofrece, así como sus respectivas armas, consiguen que cada partida se pueda ver desde una perspectiva un poco distinta.
Eso sí, si lo tuyo es más bien el caos, existe un octavo escenario que se aleja completamente de lo histórico para ofrecernos un "todos contra todos" de ensueño en el que nuestros aliados y enemigos son completamente inesperados.
Ahora bien, estos modos pueden afrontarse usando un oficial de alto rango, un táctico o un agente independiente. La diferencia entre estas opciones reside en el poder que tendremos para tomar decisiones complejas e influir en las políticas de nuestro reino. Las dos primeras parten desde posiciones altas, pero la última, y la que conocemos si decidimos usar a nuestro propio personaje, parte desde abajo y poco a poco debe labrarse su camino hacia la gloria.
No basta con ser el más fuerte
Pero, ya centrándonos en la jugabilidad como tal. En Dynasty Warriors 9 Empires las batallas siguen presentes, es cierto, pero hay un peso mucho mayor en todo lo que respecta a la estrategia entre bambalinas. Cada ciertos meses, un consejo de guerra establece los objetivos a cumplir, y según nuestro cargo seremos simples marionetas del sistema o podremos proponer cambios en los planes. Cumplir con los objetivos fijados supone ganar méritos y obtener mejores características para nuestro personaje.
Por ejemplo: priorizar el reclutamiento de tropas por encima del desarrollo económico nos permitirá crear un ejército sólido, pero nos hará ver como tiranos ante los ojos de otros oficiales, pudiendo precipitar su abandono de nuestras filas. Las decisiones a las que nos enfrentamos van desde lo más general como recaudar fondos y fortalecer nuestras defensas hasta lo más específico como dar un banquete para nuestros oficiales o salir a pasear para conversar un poco y mejorar nuestras relaciones.
Hay que tener mucho cuidado con lo que se hace y cuándo se hace, pues los enemigos no dan tregua y las invasiones sorpresa son algo a la orden del día y pueden echar a perder una estrategia meticulosamente planificada al reducir nuestras tropas o dejarnos sin turnos clave. El secreto aquí es estar preparado para lo que sea y cuando sea.
Profundizando un poco más en el tema de las relaciones, el juego nos permite recorrer un amplio mundo abierto en compañía de un oficial para luchar codo con codo y desbloquear algunas recompensas únicas. Hasta aquí todo bien, pero es donde vemos uno de los grandes problemas de esta entrega, y es lo vacío de sus escenarios.
El mundo abierto que se nos ofrece es gigantesco, sí, pero no ofrece actividades más allá de ir a caballo, pasear y enfrentarnos en algunas escaramuzas. Se prescinde completamente de opciones como las misiones o actividades secundarias, y no puedo evitar pensar en que hay potencial que no se ha aprovechado.
Un combate para todos
Sobre el combate, en Dynasty Warriors 9 Empires nos encontramos con un sistema que se ha simplificado con respecto a la entrega anterior y tenemos cuatro combos y la posibilidad de añadir gemas a nuestras armas para dotarlas de efectos elementales. Una decisión que si bien ayuda a que los recién llegados se sientan cómodos, podría resultar en un sistema de combate demasiado sencillo para los veteranos en los Empires.
Eso sí, hay un sistema de cartas que le da un toque mucho más estratégico a todo y nos permite añadirle una nueva caja de dificultad al juego. Funcionan de forma muy intuitiva y gozan de diversos niveles de rareza que se puede mejorar en base a jugar.
Por ejemplo: Si al combatir nos encontramos en un apuro y con la salud en mínimos, usar una carta de salud al nivel máximo nos otorgará una gran cantidad de ella y llenará la barra musou, pero también llega acompañado de un tiempo de recarga considerable, así que la clave aquí es administrar las cartas con cabeza.
Para finalizar, si bien el sistema de creación de personajes es muy completo en cuanto al rostro, habilidades y cuerpos, se queda muy atrás si hablamos de trajes disponibles, limitándonos sólo a una pequeña selección que espero pueda ampliarse en un futuro.
Fotos de guerra
Visualmente estamos ante un juego que es objetivamente bonito. Algo a lo que ayuda su increíble modo foto, el cual llega cargado de un gran número de opciones y nos permite capturar instantáneas de nuestros mejores momentos en el campo de batalla o recorriendo los diversos escenarios del juego. Este análisis se ha hecho en una PlayStation 5 y, al menos en dicha plataforma, tanto el rendimiento como el apartado visual son de sobresaliente.
En lo que a música respecta, el juego sigue estando a la altura de los Warriors y de los juegos de Koei Tecmo y Omega Force, ofreciéndonos una banda sonora dinámica y llena de temas memorables. En esta ocasión se prescinde del doblaje en inglés para dar prioridad absoluta a las voces en japonés, pero al contar con subtítulos e interfaz traducidos al español, esto es algo que dudo afecte a alguien en España.
La gloria y la victoria están a un turno de distancia
Tal vez Dynasty Warriors 9 Empires no haya sido la gran revolución que estaba esperando, pero no voy a ser tonto y negar que sea un juego muy divertido con el que he conseguido desconectar y perder la noción del tiempo mientras me veía envuelto en una batalla constante por hacerme con el control de toda China.
Personalmente, y pese a que soy consciente de que podría haber ido "más allá", tengo que recomendarlo a cualquier fan del género o novato que esté buscando un Empires con el que iniciarse en esta maravillosa saga. La diversión y la acción están aseguradas.
¿Dónde comprarlo?
Si estás pensando en hacerte con una copia del juego, entonces te alegrará saber que Koch Media España distribuye una edición en formato físico del mismo. La encontrarás a la venta a partir del 15 de febrero en un gran número de tiendas.
Adicionalmente, el título cuenta con una demo completamente gratuita que ya está disponible.
