Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Private Division. Juego disponible en PC, PLAYSTATION 4 (versión analizada) y XBOX ONE.

Introducción

Disintegration me ha hecho recordar una conferencia que dio Kevin Smith, donde el entonces joven director se refería a un proyecto que tuvo entre manos, nada más y nada menos que para dirigir una película de Superman antes de la aparición de la infravalorada Superman Returns.

Smith contaba una anécdota que hizo reír a todo el auditorio, ya que el productor de esa hipotética cinta, Jon Peters, ponía como condición que el hombre de acero se enfrentara a... una araña gigante. El proyecto no vio la luz finalmente y en su lugar el bueno de Jon produjo tiempo después Wild Wild West, donde efectivamente aparece la famosa araña, que según parece había que meter con calzador.

Disintegration 1

En Disintegration pasa algo parecido, pero con los robots. Vamos a dar paso a la primera parte del análisis y os lo voy explicando.

Algunos antecedentes

Disintegration es obra de Marcus Lehto, quien participara en el desarrollo del famoso Halo y que ha terminado por fundar su propio estudio, V1 Interactive. En la nota de prensa que nos han pasado, el Sr. Lehto se congratula especialmente de haber dotado al título de una completa campaña.

Yo estoy totalmente de acuerdo, pero diera la sensación de que el modo para un jugador está incluido porque formaba parte del plan. Es decir, no parece que Disintegration se haya construido en torno a una historia, sino al contrario.

Disintegration 2

Vamos a ser justos y decir algo que vaya por delante: V1 Interactive es un estudio modesto y Disintegration sin embargo es un juego bastante grande. No tal vez un triple A como suele decirse, pero sí un A a secas, es decir un juego donde se ve que hay más recursos y tiempo detrás que en otros desarrollos definidos como indies.

El problema de esto es que Lehto y sus colegas han intentado abarcar demasiado. El modo campaña, que se agradece muchísimo, son una serie de misiones relacionadas entre sí por diversas secuencias cinemáticas. Lo normal, pensaréis algunos, pero aquí está hecho de una forma en que la trama y el lore que hay detrás parecen sólo una excusa para jugar el siguiente nivel.

La ambientación como excusa

Hablando de lore, el de Disintegration desde luego es curioso: en el futuro, para paliar enfermedades, debilidades, pandemias y muertes prematuras, los científicos de la corporación Sang-Froid lograron lo impensable: preservar el cerebro del individuo y meterlo en una "lata", como se dice coloquialmente en el juego, para dar vida a un robot, o más bien a un cíborg.

Este proceso recibe el nombre de integración y, desde que se inventó, mucha gente se ha integrado, unos por necesidad y otros por decisión propia. En esto que los malvados Rayonne, algo así como unos cíborgs retorcidos que usan este proceso con fines perversos, quieren acabar con los últimos naturales (humanos completos) y con los integrados rebeldes que forman una especie de resistencia (los llamados forajidos).

Disintegration 4

Puestas las cartas sobre la mesa, la cuestión -y dejo ya este tema- es que toda esta ambientación bastante rica es como un telón de fondo, como un pretexto para acceder a las partes jugables, que ya puestos podrían adaptarse a muchas otras ambientaciones.

Mecánicas jugables

Entrando en el juego puro y duro, lo cierto es que Disintegration es bastante original, en cuanto combina un first person shooter con un juego de estrategia en tiempo real.

Dejadme hacer un paréntesis: mi amigo Bernie, al que ya he nombrado otras veces en esta web, suele recomendarme efusivamente que juegue a tal o cual juego de estrategia en tiempo real, pero yo le respondo que a la hora de la verdad me parece mucho más estratégico un shooter en primera persona. Siempre hemos tenido este rifirrafe.

Pues bien, ¡Disintegration podría contentarnos a ambos!

Encarnamos a Romer Shoal, un famoso piloto que fue integrado y cuya imagen de hecho usaba la corporación Sang-Froid para vender las bondades de la integración. En un momento dado nos vemos metidos en el meollo contra los Rayonne, así que no tardamos en rodearnos de un grupo de amigos forajidos que nos acompañan en nuestra lucha por la libertad.

Disintegration 5

Como piloto manejamos un graviciclo, es decir una especie de deslizador que va flotando y que está equipado con distintas armas según las misiones. Ésta es la parte del shooter, donde nos desplazamos libremente por el escenario, tanto horizontal como verticalmente, descargando la muerte desde el cielo sobre esos autómatas desalmados.

A la vez nos acompañan a pie nuestros compañeros forajidos, a los que podemos dar órdenes en tiempo real: abre este contenedor, lanza una granada, libera ese depósito, muévete aquí, investiga aquello y por supuesto el clásico concentra el fuego en un objetivo. Cada compañero tiene, además del arma básica, su propia habilidad especial que nosotros activamos a voluntad.

Disintegration 3

Entre misiones, con una vista trasera y un estilo que recuerdan a Mass Effect, podemos hablar con la banda, que cada vez será más numerosa: esto nos permite, además de empatizar con nuestros camaradas, desbloquear los desafíos de la siguiente misión, que se traducirán en recompensas si los superamos. Con la chatarra conseguida subimos de nivel, lo que desbloquea potenciales mejoras, y con los codiciados chips adquirimos dichas mejoras.

La campaña elige por nosotros tanto el graviciclo como los acompañantes en función de las circunstancias, pero en el modo multijugador podremos elegir entre varios equipos distintos, bastante personalizados y molones la verdad.

Disintegration 6

Puestos a hablar de multijugador, lo cierto es que Disintegration se siente un juego más propenso a esta modalidad, donde además de los mencionados equipos tendremos a nuestra disposición tres modos: el típico control de zonas, en segundo lugar recolección, que consiste en conseguir la mayor cantidad de cerebros enlatados antes de que se agote el tiempo, y por último extracción, donde los jugadores se dividen entre atacantes y defensores.

Apartado técnico

A lo largo del análisis he definido Disintegration como un título de categoría A, es decir un juego con abundantes recursos detrás pero sin llegar al nivel de una superproducción. Esto es encomiable, porque no hay más de treinta personas en V1 Interactive y la verdad es que han hecho un formidable trabajo en lo que respecta al apartado visual.

Disintegration 7

Disntegration se mueve a unos sólidos 30fps y no se lo piensa dos veces a la hora de mostrar en pantalla decenas de enemigos, explosiones, tiroteos y en definitiva lo que vendría a ser una guerra sin cuartel. El hecho de observar la acción desde el graviciclo en una posición elevada refuerza esta percepción de estar en un verdadero campo de batalla.

En cada misión tenemos no sólo unos objetivos bastante diferenciados, sino que también debemos cumplirlos en entornos variados, tanto urbanos como naturales, que difieren bastante unos de otros.

A destacar los elementos del terreno destruibles, que están entre lo mejor que yo he visto y elevan la sensación de realismo. Cuando quieras darte cuenta estarás volando de un lado a otro disparando a lo loco, dando órdenes a tus colegas y viendo cómo salta todo por los aires.

Disintegration 8

El sonido acompaña perfectamente, pero la música es a mi parecer demasiado pausada, como un runrún de fondo. Las voces vienen en inglés con textos en español perfectamente traducidos.

Conclusión

Si has leído el análisis te habrás dado cuenta de que aquí hay dos juegos: por el lado bueno tenemos una ingeniosa mezcla de first person shooter y juego de estrategia en tiempo real, cuya resultante es un título innovador y desafiante, con altos valores de producción. Y ya puestos bastante largo, que no lo he dicho.

Disintegration 9

Por el lado menos inspirado tenemos una ambientación que está como separada del propio juego y parece más un pretexto para introducir cíborgs que una base sólida para el desarrollo de la acción.

Salvando las distancias, es como sin en Mass Effect disfrutaras de los combates, pero todo lo demás fuera una excusa en vez de servir al propio juego y su desarrollo. Te quedarías con una sensación agridulce.

Por lo tanto, recomiendo Disintegration a los amantes de los juegos de acción y estrategia, que encontrarán en él una adictiva mezcla. No así a los que se dejen engatusar por su estética y aparente profundidad, que se queda en el mero decorado.