Hemos realizado este análisis con una copia digital ofrecida por Dear Villagers para PlayStation 5. Juego también disponible en PS4, Nintendo Switch y PC.

El panorama de los JRPG mejora con cada nueva generación de consolas, y aunque es un género de videojuegos en constante evolución, no hay que olvidar nunca las raíces de los que hicieron grandes a este.

Astria Ascending no solo promete ser un tributo a las entregas más clásicas de franquicias como Final Fantasy, sino que además reúne valor suficiente para contar con personalidad propia en cada ápice de su aventura.

Mucho rol por turnos, una gran trama, buena banda sonora y un apartado visual de infarto. Es hora de que hablemos en profundidad de este título que intenta y consigue llevarnos con fuerza a los mejores JRPG de los 90.

El mundo en Armonía lleno de Discordia

La aventura trascurrirá en Harmonia, una tierra que reúne a las cinco grandes razas para vivir en prosperidad y Armonía. Para no corromper esta Armonía, todos los seres vivos de estas cinco casas deben comer con cierta frecuencia un fruto llamado Harmelon, que mantiene la Armonía interna de cada criatura en un nivel estable a costa de no poder usar todas sus habilidades -como la de volar, si de un awisis se tratase-.

Para mantener esta paz, también contamos con el 333º escuadrón de semi-dioses, una plantilla de ocho seres elegidos por los distintos clanes para mantener la paz. Estos semi-dioses han decidido acortar por voluntad propia su esperanza de vida, y solo seguirán existiendo durante 3 años, encontrándonos en los últimos 3 meses al comienzo de la trama.

Una búsqueda por la libertad de las razas, así como el alzamiento de estas sobre otras, provocarán un conflicto que hará crecer la Discordancia en el universo del juego, lo que hará que aumente el caos entre las especies dando pie a una guerra absurda.

Contaremos con ocho grandes personajes, cargados de carisma y motivación.

Y si a todo esto le sumamos los motivos personales de cada uno de los ocho protagonistas, al final tenemos una trama muy madura, con algún que otro giro argumental muy abrumador y sobre todo mucha magia y fantasía en cada paso que damos.

Astria Ascending cuenta con un argumento muy sólido y cargado de fuerza en cada línea de diálogo, dejándonos momentos que disfrutaremos mucho por el nivel de empatía con nuestros héroes o dejarnos rotos en las situaciones más difíciles.

Y es que es imposible no empatizar y cogerles cariño a nuestros semi-dioses, pues al fin de cuentas siguen siendo humanos, y todos cuentan con una vida que dejaron atrás para convertirse en héroes, lo cual podría tener repercusiones ahora.

La mano de Kazushige Nojima -guionista de Final Fantasy VII, XII y Kingdom Hearts, se nota en cada línea, y no podría ser más fascinante. La traducción por su parte, está muy lograda, dándole a cada personaje o raza el tono y acento que le pertenece.

En definitiva, la trama nos ha encantado, y pese a no contar con los clásicos clichés de los JRPGs como amoríos o algún que otro altibajo, nos ha mantenido encandilados gran parte de la aventura.

En algunos momentos las cosas se pondrán serias, levantando motivos éticos y políticos.

Vuelve el mejor rol por turnos

A la hora de combatir, estamos ante un tributo a los grandes del género, combates por turnos donde tendremos que idear una estrategia adecuada si no queremos caer en el intento. Para ello, deberemos explotar bien las resistencias y debilidades elementales de cada rival para hacerles frente, pues esta es la principal propuesta del sistema.

Al igual que lo visto en Bravely Defaut, si decidimos abstenernos de atacar en un turno, cargaremos un fragmento de energía, hasta tener un máximo de diez. Estos fragmentos pueden usarse para potenciar nuestra siguiente acción -ya sea ofensiva o defensiva- haciendo que la balanza se incline a nuestro favor... o en contra.

Y es que los enemigos también pueden hacer uso y disfrute de esta mecánica, por lo que también intentarán explotar nuestras debilidades elementales. A esto hay que sumarle que del mismo modo que podemos ganar los fragmentos, también podemos perderlos, ya que si atacamos una resistencia del rival, perderemos fragmentos.

Algunos combates contra jefes cuentan con varias fases y es una pasada.

Y para hacerlo aún más entricado, hay que contar también con que las armas y armaduras que compramos también cuentan con elementos, por lo que no todo será cuestión del tipo de magia que usemos.

Aunque esta mecánica es solo la esquina del iceberg, tenemos que asegurar que nos ha encantado. No solo estamos ante un título exigente en los combates, sino que además tendremos que andarnos con ojo en cada movimiento.

El simple hecho de tener que recurrir al uso de objetos para salir de ciertos apuros, hace que pensemos mucho en el reto que puede suponer los combates. Y si bien es cierto que el pico de dificultad está algo mal ajustado al comienzo de la aventura -muy alto al principio y algo más equilibrado a la mitad-, disponemos de un amplio abanico de dificultades para elegir.

Hay que explotar bien las debilidades de los rivales y potenciar las nuestras para no caer en batalla.

Desde ya os aseguramos que hemos jugado gran parte de la aventura en Normal y nos ha parecido exigente si no vamos preparados a un combate. Cuando hemos probado el resto de dificultades para sacar comparaciones, el resultado es muy distinto, siendo demasiado sencillo en la más fácil y excesivamente complicado en la más avanzada -como es lógico-.

Si tuviéramos que buscar una pega al mismo, diríamos que el juego casi nunca deja claro cuándo estamos ante el combate contra un jefe, lo que puede pasarnos facturas si no vamos preparados.

En contra defensa, diremos que podemos salir de las mazmorras en cualquier momento, salir para prepararnos y reponer fuerzas para la dura contienda, contando con un buen número de teletransportes, pero del mapeado ya hablaremos largo y tendido más adelante.

Algunos combates cuentan con un pico de dificultad algo de descompensado, pero igualmente disfrutable.

Un sistema de oficios al más puro estilo de Final Fantasy

Al comienzo de la trama, cada uno de los ocho semi-dioses contará con un oficio distinto que cuenta con habilidades únicas: Ulan; protagonista principal y capitana de nuestra tropa comenzará siendo una paladina, Alasia; la invocadora, Alek; el guerrero, Arpajo; ladrón, Dagmar; hechicero, Eko; edurito -sanador-, Kaydin; exploradora y Kress: esgrimista.

Pues bien, a poco que avancemos en la aventura, desbloquearemos un segundo trabajo para cada uno de ellos, pudiendo elegir entre tres distintos para cada uno. De este modo, Ulan podría pasar a ser una Maga Negra, pero conservando cualidades de su trabajo principal.

Más tarde desbloquearemos un tercer oficio para cada, y finalmente -mucho más adelante- uno que sirva de apoyo. Esto dota al sistema de combate de una gran versatilidad, en la que cada jugador, elige como quiere que sea su equipo, pero sin perdernos nada, pues como ya hemos dicho, al final dominaremos todos los oficios que puede mejorar un personaje.

Dependiendo del oficio del personaje podremos equiparnos o no determinadas piezas.

El abanico de habilidades que podemos aprender es muy muy amplio para cada uno -lo que ayuda a idear estrategias de combate más amplias pero sin perder nuestro estilo- y en la traducción debemos decir que hay muchas referencias a Final Fantasy, tanto en el nombre de las habilidades y magias como en el de los oficios.

Nos ha encantado el guiño, y como ya hemos dicho, no afecta para nada a la personalidad del título, pues cuenta con magia propia y nos encantaría ver como evoluciona este en futuras entregas.

Para mejorar atributos -al margen de subir de nivel- o aprender nuevas técnicas, necesitaremos PE que conseguiremos con cada combate. A la hora de emplearlos, tendremos que elegir entre las distintas posibilidades que ofrece el árbol de habilidades de cada uno de los roles de cada personaje.

En total, hay 20 oficios diferentes -algunos personajes comparten uno-por lo que ya os podéis imaginar lo variado y profundo que nos ha parecido.

Un mundo lleno de magia listo para ser explorado

Como ya podéis juzgar por la vista en 2D de la que hace gala el juego, el movimiento de nuestra protagonista por las ciudades, lugares y mazmorras será bilateral y conectado al más puro estilo de un metroidvania.

Y es que no solamente nos moveremos de izquierda a derecha, también tendremos que saltar para llegar a ciertos puntos y explorar en profundidad para completar el mapa y no perdernos ni un solo cofre.

A esto hay que sumarle las múltiples situaciones en las que tendremos que resolver algún puzle, desde ya aseguramos que nos ha encantado su nivel de dificultad, y aunque rara vez supone un quebradero de cabeza, la verdad es que no son tan simples como nos tienen acostumbrados los juegos últimamente, y están bien pensados.

Como ya hemos dicho, el mapa de cada lugar está fragmentado en varias secciones, muy bien conectadas y con personalidad propia en cada una para formar un mapa más grande.

Algunos cofres estarán bien ocultos y hará falta cierta habilidad saltando para alcanzarlos.

En todo momento podremos hacer uso de un útil mapa que además viene acompañado con una barra de % para saber si nos dejamos algo por el camino, toda una delicia para los que adoran la exploración.

Lo que si podemos contar como parte negativa de esto, es que nunca queda claro cuando nos aproximamos a un evento o combate importante, por lo que muchas veces entraremos en acción con bastante tensión.

Por otra parte, los encuentros contra los Discordantes -monstruos de toda la vida- no son aleatorios, siempre veremos a nuestros rivales representados como una burbuja que circula libremente por el escenario y que podemos evitar -aunque no siempre-.

Los puzles están también muy presentes y algunos son un reto.

Si nos acercamos es posible que nos ataque y dé lugar al combate, siendo fatal para nuestro grupo que lo haga por la espalda, pues empezará con un turno de ventaja.

En cambio si le atacamos con la espada antes de empezar la batalla, tendremos posibilidades de ser nosotros quienes empiecen con esta ventaja. También podemos congelarlos haciendo uso de los distintos anillos que conseguiremos a lo largo de la aventura, los cuales también sirven para resolver los puzles.

En definitiva, diremos que el comienzo de los combates en el mapeado es lo que menos nos ha gustado como ha quedado implementado, pues algunos combates no se pueden evitar y no queda queda del todo natural como quedan en el mapeado.

Si vamos por el 100%, algunas partes habrá que rejugarlas cuando tengamos algún artefacto determinado.

 

Muchas tareas para llegar al 100% y mantenernos ocupados

No solo el sistema de combate es un gran referente al juego, las tareas opcionales también son muy agradables pese a no innovar demasiado.

En primer lugar, contamos con un sistema de cacerías muy parecido a lo visto en Final Fantasy XII, donde nos encomendarán la tarea de buscar a un enemigo en concreto y único -muy semejantes a los jefes- y darles caza para obtener una recompensa.

Aunque el Gremio y el sistema de cacería estarán disponibles desde el principio, tenemos que decir que los primeros combates resultan muy difíciles por lo que se aconseja dejarlos para más adelante. En otras palabras, los combates más difíciles del juego los encontraremos aquí.

Algunas cacerías estarán disponibles desde el principio, siendo todo un reto.

También contaremos con un sistema de misiones, existiendo más de 40 diferentes. Aunque estos encargos son mayormente farmear un determinado item o hacer de recadero, tenemos que apreciar que sirven para adentrarnos más en el mundo del juego y conocer mejor la historia de cada personaje.

Por otra parte, también hay un coliseo donde tendremos que abatir varias rondas de rivales.

Todas esta tareas serán vitales si queremos el 100% del juego, pues como podemos ver en el registro de objetos, armas y armaduras, es muy variado, y los completistas tendrán que dedicarle un buen número de horas a todo esto.

En definitiva, pese a que la trama puede ser completada en poco más de 25 horas -depende también demasiado de la dificultad con la que juguemos-, en completar el 100% podríamos tardar más de 60, ya que aún queda un elemento del que debemos hablar en profundidad, el J-Ster.

No os perdáis también el coliseo.

El J-Ster y otros minijuegos tan adictivos como el mismo juego

Al poco de empezar la aventura, podremos batirnos en duelo para jugar al J-Star, un minijuego de partidas de uno contra uno usando medallas de los distintos monstruos como armas.

Este recordará en gran medida al ya famoso Triple-Triad de Final Fantasy VIII, ya que funciona de una manera muy parecida. Al poner una ficha adyacente a la del rival podremos voltearla a nuestro favor o perderla dependiendo de si su valor es más alto o más bajo que la del rival.

Además, cada lado de la ficha puede ser una debilidad -pierde dos puntos de valor- o una resistencia -gana dos-, por lo que este minijuego no llega a ser tan simple -ni tan difícil- como cabría esperar.

El J-Sters es tan adictivo y divertido como el Triple-Triad, contando también con un sistema de reglas muy parecido.

Al igual que con el ya nombrado Triple-Triad, hay una colección enorme de fichas que podemos ganar -algunas perdibles, tened cuidado-, y una vez más estamos en la obligación de decir, que es tremendamente adictivo, en especial para los coleccionistas.

Hemos encontrado otros minijuegos, como una especie de matamarcianos, menos elaborado pero igualmente entretenido.

Hay más minijuegos, menos elaborados pero igualmente entretenidos.

Derroche de imaginación y fantasía en cada lugar

Como ya podéis intuir, los gráficos del juego están dibujados y pintados a mano, el trabajo que ha resultado es un derroche de creatividad por los cuatro costados, reflejado en todos los aspectos visuales del mismo.

Empezando por las razas, nos será muy fácil familiarizarnos con cada una de ellas por lo distintas que resultan entre sí y lo bien caracterizadas que están.

Contamos con los Peyskas; seres acuáticos y pequeños que viven encapsulados para mantenerse siempre hidratados, los Zefts; que son representados como una especie de lagartos bípedos, los Arktans; los más grandes y fortachones de todos, los awisis que son seres alados y los Meyros; la representación humana.

Todas ellas muy bien caracterizadas y además contando con diseños muy variados de cada uno para los NPCs, cuesta ver dos iguales.

Al completar las misiones secundarias profundizamos en la trama de los personajes.

De igual modo, los enemigos cuentan también con diseños muy agradables para la vista, siendo el verdadero puntazo de todos el diseño de los jefes finales, que son muy espectaculares. Algunos además, cuentan con varias fases en sus combates, por lo que podemos ver en vivo como evolucionan, una pasada.

Los escenarios, también son muy vistosos y variados, encontrando algunos elementos que profundizan en el universo del juego así como su lore. Hablamos de elementos muy mágicos y típicos de cada una de las razas.

El resto de elementos del apartado visual como las habilidades, magias y armas que podemos equiparnos, también cuentan con algunos diseños muy punteros, siendo este quizás el aspecto más básico de este apartado, pero igualmente impresionante cuando hacemos uso de ellos en cada batalla.

Todos los personajes están muy bien presentados y tienen una historia muy profunda y entrelazada.

Técnicamente adecuado, sin un gran uso de la nueva generación de consolas

El apartado gráfico del que hace gala el título, no requiere de un gran uso de recursos de las consolas actuales -incluso en la versión de Nintendo Switch-, pero aún así desprende carisma en algunos efectos visuales que podemos ver.

En cambio estamos algo descontentos con los tiempo de carga, que ni siquiera en PS5 son inexistentes -pero muy cortos, eso sí-. Al igual que las funciones del DualSense, que son inexistentes aunque algo de esperar en un título de estas dimensiones.

Donde si podemos decir que estamos totalmente maravillados es en su banda sonora, que cuenta con el gran Hitoshi Sakimoto, a quién recordaremos de Vargrant Story y Final Fantasy XII -ambos títulos comparte universo-, y aquí hemos visto una fiel recreación del mismo.

Los tema de batalla están cargados de epicidad, al igual que la música que acompaña a las ciudades o alguna de las escenas más importantes de la trama. El juego no es solo un orgullo para la vista, también para el oído.

Lo mismo pasa con el equipo de doblaje, que podemos alternar entre japonés e inglés, decantándonos nosotros por el primero, ya que nos ha parecido más cargado de emoción en el habla, pero ambos son muy buenos.

En pocas palabras, podemos pasar por alto los pequeños defectos técnicos del juego -algunos bugs esperamos que se arreglen con una actualización-, porque nos quedamos maravillados con todo lo demás.

Conclusiones

Astria Ascending nos ha encantado de principio a fin, empezando por su trama adulta a la par que cargada de fantasía que gana fuerza con cada capítulo y cada entresijo de los personajes.

Si tuviéramos que buscar alguna pega, aludiríamos a algún problemilla con los combates y un pico de dificultad algo descompensado en los primeros compases, pero igualmente nos mantienen muy enganchados.

Un diseño gráfico espectacular y una banda sonora que cuenta con los grandes maestros del género, dan a luz a un título que no debe faltar a cualquier fanático de este.

Astria Ascending es un rico homenaje a los JRPGs de los 90, a la par que se labra su propio futuro convirtiéndolo contando con elementos únicos y necesarios para su futuro.