A.W.: Phoenix Festa es una extraña fusión de géneros, a priori, incompatibles, puesto que se atreve a mezclar un juego Action RPG con un simulador de citas. La historia del juego basa en el anime y el manga de The Asterisk Wars, contando con todos sus personajes principales. El arco argumental del juego trata sobre un torneo llamado Phoenix Festa donde las seis academias se enfrentan unas a otras con humanos con superpoderes.

La historia cuenta con dos arcos diferentes, poder controlar a un personaje original del anime con el mismo título o poder crear a nuestro propio personaje. En cualquiera de los dos casos encarnaremos a un estudiante de una de estas academias, concretamente Seidoukan Academy, donde, a parte de combatir en algunas batallas, deberemos de interaccionar con las estudiantes y relacionarnos con ellas.

Dos historias diferentes

En el caso de que optemos por jugar como el personaje original de la serie, controlaremos a Ayato Amagiri. La historia de Ayato comienza de forma un poco accidentada, la primera imagen que vemos de él es corriendo detrás de la Princesa de Lieseltanian, Julia-Alexa von Riessfeld. Lo que para el protagonista resulta una buena acción, Julia acaba malinterpretándolo y reta a Ayato a un duelo del que finalmente nos libramos gracias a la intervención de la Presidenta del Consejo Estudiantil, Claudia Enfield. Una vez que Ayato Amagiri finalmente está inscrito en la academia, deberá buscar un compañero para combatir en el Phoenix Festa, con un límite de dos semanas para encontrarlo. Posteriormente tendremos exactamente 45 días para entrenar antes de que empiece el torneo. Durante este tiempo tambié tendremos tiempo de relacionarnos con nuestros compañeros y compañeras de la academia y salir con ellos.

La otra opción que podemos elegir para la historia es la de crearnos un avatar que nos represente en el juego y que lleve nuestro nombre, siempre con la estética del resto de personajes no jugables, aunque con muy pocos elementos de personalización. En este caso la historia se alargará un par de meses más en el juego. La razón de que en este caso la historia se más larga es muy simple, nuestro avatar no cuenta con la fuerza y habilidades de Ayato Amagiri, por lo que necesitaremos más tiempo de juego para entrenar y tratar de ponernos a su altura o, incluso, superarlo. Aparte de esto, la historia es básicamente la misma, tendremos que encontrar un compañero de batalla entre los personajes con los que interactuamos y entrenar para ganar el torneo Phoenix Festa.

Una mezcla de géneros

La historia de A. W.: Phoenix Festa se puede equiparar al de una novela visual. En el caso de Ayato, las interacciones con otros personajes son meramente escritas, sin opciones de conversación disponibles en la mayoría de los casos. Muy de vez en cuando se nos dará la posibilidad de aceptar un reto a un duelo, pero es algo bastante inusual. En medio de toda esta trama hay conversaciones que dan lugar a una gran variedad de actividades que, de un modo u otro, dan forma a los acontecimientos de la historia.

Cada día en la vida de nuestro personaje, sea cual sea la historia que queremos seguir, se va a dividir en dos partes, donde tendremos una cantidad limitada de acciones que podemos programar, algo que imita a la vida real donde el tiempo ilimitado no existe. Otro tema que se acerca a la vida real es la posibilidad de que Ayato consiga un trabajo a tiempo parcial donde ganarse unas monedas de más. Estos trabajos no son especialmente difíciles y tienden a incluir algo de combate, como saber cuánto dolor puede aguantar un muñeca o trabajar cogiendo a delincuentes juveniles que acostumbran a llevar armas encima. El dinero que ganemos va destinado principalmente a dos cosas, comprar regalos para las estudiantes, haciendo crecer las posibilidades de conseguir una cita con cualquiera de ellas, o mejorar nuestras armas. También podemos gastarlo en entrenamiento, algo que supone una mejora de nuestros atributos pero también provoca que tengamos que descansar antes de tiempo.

Combates y citas por igual

Controlemos a quien controlemos, tendremos una agenda que podemos emplear para anotar las citas que hayamos conseguido o los retos a duelo con cinco días de antelación. Ayato puede ser un tipo infalible en los combates pero en el caso de las citas no se le da tan bien. Cualquier intento de programar un duelo o cita nos cuesta un punto de acción, independientemente de si lo aceptan o no. Durante el juego también pasaremos por una revisión de la popularidad del personaje que controlamos, dando lugar a que si somos más populares tendremos a más gente a nuestro alrededor. Pero concertar una cita con alguna estudiante de la academia no siempre es bueno, porque a veces tendremos que combatir porque alguien quiere impresionar a la chica.

El combate es casi lo más simple del juego, pero también es algo que se disfruta mucho. Para combatir lo haremos en una arena de un tamaño bastante amplio y de forma libre. El personaje que controlemos tiene tanto un ataque ligero como uno pesado. Este también será el caso de nuestros rivales que, aparte de los ataques, también cuentan con buenos bloqueos que podremos subsanar rodeándolos y atacándolos por la espalda. En el caso de que hayamos entrenado lo suficiente como para subir nuestra habilidad hasta un punto en concreto, podremos realizar un ataque especial. Las batallas se desarrollan en combates de uno contra uno o de dos contra dos. También existe un tercer modo de juego que consiste simplemente en combates. No es el gran atractivo del título pero nos permite tomar el control de personajes que en la historia principal no son controlables.

Conclusiones

A.W.: Phoenix Festa trata de combinar de una manera más bien eficaz un juego Action RPG con un simulador de citas. La historia principal resulta bastante corta, algo más larga si jugamos con un avatar creado, puesto que se puede superar en pocas horas, pero si algo tiene este juego es una gran valor rejugable para tratar de conseguir a un compañero diferente que nos acompañe en el torneo o salir con diferentes mujeres en el transcurso de la historia.

No es un juego que requiera una gran dificultad pero sí que resulta un juego fácilmente disfrutable, sobre todo en su apartado de combates, sin duda un buen complemento para nuestra PlayStation VITA.