Uno de los anuncios que nos dejó el pasado Nintendo Direct Mini de finales de marzo - que si te perdiste puedes ver resumido aquí - fue la llegada de Bioshock: The Collection para Nintendo Switch. 

Se trata de un recopilatorio de las tres entregas de la saga Bioshock, una de las más queridas y valoradas de la pasada generación, y que recibió una remasterización recopilada en un solo disco.

Con Bioshock Remastered, Bioshock 2 Remastered y Bioshock Infinite haremos un viaje a las profundidades de Rapture y también a Columbia, dos utopías que no salieron muy bien y que podremos revivir muy pronto en la consola híbrida de Nintendo.

En este artículo te queremos ofrecer cinco razones por las que merece la pena disfrutar de este Bioshock: The Collection. Prepárate un buen plásmido con dos cubitos de hielo, que esto empieza...

Cinco razones para volver a disfrutar de Bioshock: The Collection en Switch

Razón 1: Incluye todo el contenido descargable

Incluso si en su día disfrutaste de las tres aventuras de 2K e Irrational Games, si te maravillaste con sus mundos ideales que acabaron rotos y desquiciados, es posible que no probases todo el contenido de pago que se lanzó a posteriori.

Por ejemplo, ¿sabes que el primer Bioshock tuvo una galería de arte conceptual desechado llamado "Museo de las ideas huérfanas", una Sala de desafíos con retos de combate y puzzles y un total de 10 episodios de "Imagining BioShock", en los que participan los creadores de la saga Ken Levine y Shawn Robertson?

Bioshock 2 por su parte viene con la "Guarida de Minerva" y los desafíos de combate "Las Pruebas de protector", y quizás el más completo es el que viene con Bioshock Infinite,  “BioShock Infinite: Panteón Marino”, en la que se muestra Rapture justo antes de su catastrófica caída; los desafíos de combate "Enfrentamiento en las nubes"; y "El mejor lote de Columbia" y "Paquete especial para pájaros", que incluyen armas y equipo de bonificación.

Razón 2: Revisitar juegos sobresalientes

Lo diré la manida frase de que los buenos videojuegos son como el buen vino y mejoran con los años, pero una obra como Bioshock envejece muy bien y supone una delicia poder jugarlo aunque ya hayan pasado años desde su salida.

Aunque la secuela no cosechó tantos éxitos y notas, el primer Bioshock alcanzó un 96 en Metacritic y está considerado uno de los mejores juegos de la generación de PS3 y Xbox 360.

Bioshock 2 bajó a 88 en Metacritic (que no es que sea una mala nota tampoco) y Bioshock Infinite volvió a conquistar con un 94 de nota media.

Si en su día no jugaste a cualquiera de ellos, ahí tienes una razón tan poderosa que el resto que vamos a decir ni siquiera importan, pero si te jugaste los tres ahora tendrás otro motivo para recordar por qué tuvieron esas notas.

Razón 3: Cientos de horas de diversión

Más allá de entrar a valorar su calidad y la experiencia jugable y narrativa que ofrecen, a veces uno se decide por un juego u otro por la cantidad de horas que ofrece. En ese caso Bioshock: The Collection también es una excelente opción.

Se trata de tres juegos que, sin contar con los DLCs y ciñéndonos simplemente a completar cada una de sus campañas, nos podrán llevar fácilmente 60-70 horas. Si a eso le sumamos querer ser completistas y los DLC incluidos, la cosa se puede ir por encima de las 100 horas tranquilamente.

Y no serán horas aburridas ni campañas alargadas innecesariamente con misiones de relleno, os aseguro que todas ellas serán intensas y os mantendrán pegados a vuestra Switch durante una buena temporada.

En estas épocas de confinamiento, tener un juego que nos ofrezca tantas horas se agradece. Vale que saldrá a la venta el 29 de mayo y esperemos que para entonces el confinamiento haya terminado, pero es posible que la vuelta sea gradual y todavía nos quede un tiempo largo donde se recomiende quedarse en casa. Con un Bioshock entre manos será más llevadero.

Razón 4: Una sociedad aislada... ¿os suena?

Precisamente enlazo la idea anterior con esta. En estos días de coronavirus han salido algunas ideas que hablaban de crear ciudades en las que los ciudadanos no infectados pudieran llevar a cabo su actividad, ciudades blindadas, auténticos búnkers en los que todos podrían empezar a trabajar a pleno rendimiento sin temor a contagios.

El COVID-19 está causando estragos en la economía, y no parece que vaya a ser algo de unas pocas semanas. ¿Cómo aislarse del peligro de los contagios y las pandemias en un mundo globalizado? ¿Creamos una ciudad en el fondo del mar?

El aislamiento para mucha gente es nuevo, y puede que sea interesante revisitar los mundos de Bioshock para saber a qué podría degenerar una sociedad encerrada que decide  crear sus propias reglas y dejar atrás al resto.

Razón 5: Llevar Bioshock siempre contigo

Esta razón es bastante evidente. Ya no solo por poder disfrutar de Rapture, de los Big Daddy, las Little Sister, la telequinesis, poder electrocutar a los enemigos lanzando rayos al agua o resolver sus imaginativos puzzles, sino poder hacerlo allá donde queramos.

Podremos disfrutar de estas sociedades distópicas, de los planes de Andrew Ryan o del rescate de Elizabeth y hacerlo con gráficos mejorados, mayor resolución, mejores texturas e iluminación, ya sea en una televisión grande conectando nuestra Switch al dock, o desde cualquier lugar gracias a su modo portátil.

No sabemos si para la salida del juego ya estaremos todos cogiendo el metro o nuestra mayor excursión será del salón a la terraza, pero siempre se agradece poder disfrutar de estas tres aventuras sin depender de la televisión del salón, que seguro que estará muy solicitada.

Bioshock: The Collection llegará el próximo 29 de mayo a Nintendo Switch en un cartucho de 16 GB que contiene los tres juegos base, mientras que sus DLCs y complementos será necesario descargarlos.

Espero que con este repaso tengas claro que hay motivos de sobra para tomar un ascensor y descender (o subir disparados) a los mundos que plantea la obra de Ken Levine. Eso sí, si alguna vez en la vida real veis un faro, entráis y una enorme estatua sostiene la frase: "Ni Dioses ni Reyes. Solo el Hombre"... mejor daros la vuelta.